El 11 de junio. Ese es el plazo que tiene Ibercaja para presentar ante el Banco de España su nuevo plan tras la nueva reforma financiera introducida por el Gobierno del Partido Popular. Un plazo de tres semanas que se adivina plagado de incógnitas que deberán despejarse. ¿Estará implicada la caja aragonesa en una nueva fusión como quiere imponer el Ejecutivo de Rajoy? ¿De qué forma prevé la entidad, presidida por Amado Franco, hacer frente a las nuevas provisiones a las que obliga el decreto de Guindos? ¿Qué consecuencias puede tener en el ajuste laboral surgido de la fusión entre Ibercaja y Caja3? Muchas preguntas y, de momento, pocas son todavía las respuestas.

CAPACIDAD DE DECISIÓN

"Nuestro proyecto es finalista y tiene viabilidad". "Ninguna de las operaciones que hemos analizado --y hemos analizado muchas-- ofrecía condiciones que mejorasen este proyecto". Son palabras del presidente de Ibercaja, Amado Franco, pronunciadas el pasado 22 de marzo, fecha en la que se presentó en Zaragoza, de forma oficial, la fusión entre Ibercaja y Caja3 (CAI, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz). Luego apostilló: "Solo hubo un interés clarísimo por Unnim", reconoció, aunque finalmente el FROB se la adjudicó al BBVA. Casi dos meses después el nuevo grupo, que culminará su fusión en octubre, se ha visto forzado --eso sí, a regañadientes-- a iniciar conversaciones a cuatro bandas, con Unicaja (Caja Duero-España), Liberbank (Cajastur, Extremadura y Cantabria) y Banco Mare Nostrum (CajaGranada, Caja Murcia, Caixa Penedés y Sa Nostra), por mandato del Gobierno, ante la sorpresa de propios y extraños. La pregunta es: ¿por qué ahora una fusión con Ibercaja de por medio cuando había una opción mucho mejor como Unnim?

Precisamente, la semana en la que Bankia ha estado en el ojo del huracán día sí y día también, el Gobierno citó a los presidentes de las cuatro entidades a una reunión para avanzar en una integración, aunque luego fue desconvocada. La comparación es inevitable. Así, no es extraño que más de uno haya visto esta hipotética fusión como una continuación de la que protagonizó Bankia, con consecuencias nefastas. Los resultados han quedado probados esta semana. Sin duda, la más negra de la entidad que ha estado liderada por Rodrigo Rato.

Pero Amado Franco parece tener las ideas claras desde el inicio del proceso de reestructuración del sector financiero: solo operaciones viables y la solvencia por encima del tamaño. Muchas tendrán que ser las contrapartidas que ofrezca el ministro de Economía, Luis de Guindos, para cambiar la forma de pensar del responsable de la entidad en un contexto de clara incertidumbre. Y menos todavía después de los requisitos que exige la nueva reforma financiera, en la que se deben provisionar no solo los activos inmobiliarios dudosos sino también los sanos. Sin embargo, el Gobierno tiene como arma de presión el calendario. Si no hay fusión, no se alarga el calendario para provisionar de una forma más desahogada, apuntaron fuentes consultadas por este diario.

Ibercaja y Caja3, a día de hoy, deben dotar por valor de 697 millones de euros. Además, a eso se añade la lucha por el poder, ya que ni la aragonesa ni Unicaja quieren cederlo bajo ningún concepto. Los expertos consultados apuntan que "no hay que apostar por el tamaño a toda costa" y apuestan más por entidades "viables y saneadas". Sin embargo, añaden que este tipo de operaciones forzadas responden a dar una imagen en el exterior de firmeza con el sector financiero. Pero, ¿cuál será el precio que se pagará por ello? Hay quien opina que "será peor el remedio que la enfermedad" y que "hay proyectos sólidos sin miembros cancerígenos que, de entrar en ellos, pueden conducir a las entidades sanas, como Ibercaja, a una metástasis".

LA CUADRATURA DEL CÍRCULO

La cantidad exigida por el Gobierno en provisiones a la banca española es tan elevada (54.000 millones de euros del primer decreto y 28.000 millones del segundo) que la mayoría de las entidades reconoce que entrarán en pérdidas, ya que el saneamiento se tiene que hacer en primer lugar con los resultados del negocio. ¿Cómo podrá afrontar Ibercaja las exigencias de la nueva reforma financiera?

El plan remitido al Banco de España por la entidad aragonesa ya no sirve y habrá de ser rediseñado antes del 11 de junio. Ibercaja y Caja3 deben dotar 697 millones (432 millones solo la primera). El beneficio de la entidad presidida por Amado Franco en el 2011 fue de 57 millones de euros, pero en caso de no haber provisionado, el resultado hubiera sido de 212 millones de euros. Con todo, Ibercaja pasa por ser una de las más saneadas del sector, puesto que en este largo proceso no ha tenido que echar mano de su patrimonio, ni de su cartera financiera, ni de las participaciones industriales. Es decir, no ha vendido, lo que le daría cierto margen de maniobra para cumplir con las provisiones exigidas y, quién sabe, si para engullir alguna entidad más. Pero todo eso va en detrimento de la solvencia y de la pérdida de capital. Por tanto, "tiene muchos colchones aún". Sin embargo, esta forma de actuar "no encaja con la filosofía de Ibercaja"

Además, la economía española se encuentra en plena recesión, lo que provoca que la generación de beneficios procedentes del negocio ordinario sean escasos en estos tiempos. Por tanto, no es de extrañar que otras entidades de la talla de Bankia o CaixaBank se hayan visto abocadas a desprenderse de activos como las participaciones industriales y las finanieras.

En el caso de prosperar una fusión de Ibercaja con Liberbank o BMN, la aragonesa tendría que hacer frente a nuevas necesidades de capital. Los expertos consideran que BMN y Liberbank no tendrán más remedio que pedir dinero público en caso de una fusión, lo cual las deja en situación más vulnerable en este juego de fusiones, que se ha complicado todavía más.

Llegado este punto, las alternativas no parecen muchas, pero por la forma de actuar de Ibercaja en estos dos años de reestructuración del sector, todo apunta a que se mantendrá expectante, más aún en un escenario en el que la descomposición de las entidades avanza de forma galopante, lo que puede dar opción a nuevas subastas. Además, "nadie sabe cuál va a ser el plazo definitivo para cerrar la reestructuración del sector", apunta una fuente.

EL CONTEXTO POLÍTICO

La presión del Gobierno de Rajoy para impulsar una fusión entre las cuatro entidades no ha sentado bien en el Gobierno de Aragón. De hecho, fuentes consultadas por este diario, apuntan que la presidenta, Luisa Fernanda Rudi, está maniobrando para evitar este proceso. En el Ejecutivo nadie entiende que Unnim no fuese adjudicada a Ibercaja cuando la filosofía encajaba perfectamente y era el mejor candidato, a priori. De hecho, hubo contactos con la Generalitat y en Cataluña estaban más que satisfechos con una fusión con la aragonesa.

El factor político sigue teniendo cierto peso, pero la situación crítica del sector lo ha reducido de forma considerable.