El diálogo ha regresado a Opel España. Esa fue ayer la mejor noticia para la factoría de Figueruelas, que, sin embargo, parece caminar hacia un callejón sin salida. La dirección de la multinacional rechazó de forma tajante la propuesta de la mayoría sindical (UGT, CCOO y Acumagme) para avanzar en la negociación del convenio colectivo. «La oferta es decepcionante y muy negativa para los intereses de la compañía y de la plantilla», subrayaron desde Opel España tras la reunión, en la que estuvo presente el director general, Antonio Cobo.

La compañía rechazó la petición de los sindicatos de recuperar el contrato de relevo (afecta a 417 empleados), volver a recontratar a 170 temporales, revalorizar los salarios según el IPC durante los próximos 5 años, aplicar un plan de rejuvenecimiento para facilitar la salida de los mayores de 61 años -a través de prejubilaciones, bajas incentivadas o contrato de relevo- y, principalmente, asegurar un plan industrial para la factoría que permita llenar las dos líneas.

Opel España no tardó en responder: «La propuesta de la mayoría del comité nos aleja todavía más de las condiciones de competitividad de otras plantas de PSA en España». La dirección argumentó que Figueruelas tiene un coste laboral «un 17,2% mayor» que PSA en Vigo, mientras que el tiempo neto de trabajo es de «47 horas menos al año (21 minutos menos por turno)». Además, los pluses de nocturnidad y festivos, y la paga variable, «son significativamente más altos, y posee menos y más costosa flexibilidad productiva». Por tanto, la propuesta de la parte social «no contribuye a cerrar ese diferencial de competitividad sino a agrandarlo», recalcó la compañía.

La respuesta de Opel España cayó como un mazazo entre los sindicatos, que el pasado sábado realizaron asambleas para consultar a sus afiliados, que remarcaron las líneas rojas de la negociación, entre las que figura la presentación del plan industrial y no reducir los tiempos de pausa, tal y como exige Opel. Este planteamiento contrasta con la posición del nuevo patrono, PSA, obsesionado con acortar el camino hacia la rentabilidad. «Las condiciones económicas y de trabajo en Opel España son muy superiores a las de toda la industria regional y nacional. A pesar de ello continuamos en la fase de negación de aquellas realidades que nos incomodan, como si negarlo fuera a resolverlo», insistió ayer la compañía en un comunicado.

Pero los sindicatos critican estar negociando un convenio «a ciegas», ya que «no sabemos qué planes tiene PSA para Zaragoza», indicó la secretaria general de Industria de CCOO, Ana Sánchez. Mientras, el secretario de la sección sindical de UGT en Figueruelas, José Carlos Jimeno, reconoció que existe un abismo entre ambas partes, pero apeló al diálogo para encontrar una solución. Mañana, Opel España presentará una nueva oferta para el convenio colectivo.