El escritor zaragozano de literatura infantil Daniel Nesquens es uno de los tres autores que inaugura la colección de 22 libros ilustrados titulada Seis Colores que ha puesto en marcha la empresa de diseño Sparafucile / Mashica, dirigida por Marcello Conta, un italiano afincado en Madrid, creador de nuevos conceptos en el campo del libro-objeto.

Daniel Nesquens firma el cuento titulado El primo Pardo , al que acompañan La caja de colores de Juan , del madrileño Antonio Ventura y El otro , de la valenciana Victoria Pérez Escrivá. Los tres cuentos están ilustrados por la dibujante romana Claudia Ranucci, ganadora el año pasado, junto a la propia Pérez Escrivá, del IV Certamen de Album Ilustrado Ciudad de Alicante.

Nesquens, que obtuvo este mismo premio en el 2001 y el White Ravens al año siguiente con Hasta (casi) 100 bichos (Anaya), declaró a este diario que al ser llamado por Marcello Conta pensó inmediatamente en "un cuento que ya tenía escrito, que me gustaba mucho, pero al que veía imposible de colocar en una editorial convencional".

Contado en primera persona por un niño, El primo Pardo relata la alegría de sus tíos al saber que iban a tener un hijo, la fiesta que dan en la casa de campo, la sorpresa al detectarse en la ecografía que el que va a nacer no es un niño sino un osezno; (el consuelo al saber que en Norteamérica una señora dio a luz un televisor que luego fue la alegría de la familia; o una australiana de 23 años que alumbró 24 bombillas de 40 watios), el cariño y los cuidados al osito una vez nacido.

También cuenta cómo aprende a leer y escribir en la escuela, pese a que su profesora, en cuanto se le ocurre hacer alguna travesura, le grita: "Javier, no hagas más el oso", a lo que él responde: "Qué graciosa es usted, que no haga el oso. Qué más quisiera yo"; o como se enamora. Y el desenlace a medio camino entre lo alegre y lo triste, de esos finales que tanto dan que pensar a los niños. Daniel Nesquens explica que lo pulió hasta darle el tono justo: "Yo corrijo mucho --señala--.Y una vez corregido hay que dejarlo reposar. Lo vuelves a coger a los dos meses y ves cómo suena. Lo vas puliendo, puliendo..." hasta dar con el resultado final.

El autor zaragozano revela que trata de ponerse a medio camino entre la voz del niño y la del adulto: "El niño normal se queda un poquito bajo. Tomas entonces el punto de vista del adulto y lo rebajas un poco, lo suavizas, lo humanizas", afirma.

El libro es el resultado de más de un año de trabajo y ofrece, además de los cuentos ilustrados, una serie de propuestas como una partida de dominó o unas frases o temas clave que se encadenan. Si el último cuento de este libro va sobre cine, el primero del siguiente retomará ese tema. "Dicen los editores que con los cuentos sueltos los chicos se hacen un poco de lío. Uno va escrito en primera persona, otro en tercera... Lo que hay que hacer es darles ese nexo en eslabones, que sigue su propia lógica", señala Daniel Nesquens.