«Mi película favorita de todas las que he hecho», declaró Bill Murray en su día. Algunas de las escenas más graciosas se eliminaron, lo que demuestra que ni a la directora ni al actor les interesaba la tecla de la comedia. A cambio, Murray encuentra el tono justo para ser Bob Harris, la estrella de cine asfixiada en un matrimonio infeliz y aturdida que entabla una relación llena de deseo no consumado con Scarlett Johansson.