El último premio Aragón Goya, Rafael Navarro, rinde homenaje a uno de los grandes fotógrafos del siglo XX, el mexicano Manuel Álvarez Bravo --fallecido en el 2002--, a través de 28 fotografías que ha reunido en la exposición La presencia de una ausencia, que puede verse hasta el 8 de junio en la sala Alta de Pedro IV del Palacio de la Aljafería.

Las imágenes, a color y digitales, --Rafael Navarro trabaja desde hace 40 años en fotografías en blanco y negro y químico y para esta serie comenzó una "nueva aventura"-- reflejan "la percepción que yo tenía de su persona y su influencia en mi". Y es que este proyecto, realizado "hace cuatro o años" lo llevó a cabo en el distrito de Coyoacán, en México D. F. donde la viuda de Álvarez Bravo le abrió las puertas de su "casa y su estudio", convertida en una especie de museo.

FOTOGRAFIAR "LA ESENCIA"

El objetivo no es "documentar el espacio" sino mostrar "la sensación que a mí me producía lo que fotografiarlo, la esencia que me parecía que flotaba", explicó Navarro, quien reconoció que "no tuve la suerte de ser discípulo" de Álvarez Bravo, aunque sí que tuvieron una relación, "limitada por los 40 años de edad que nos separaba y por su categoría fotográfica".

A lo largo de las imágenes --es la primera vez que se ve la serie completa-- se descubre los universos personales de un autor explorados por otro, los lugares en los que vivió y trabajó Álvarez Bravo vistos con los ojos y el objetivo de Rafael Navarro.

El artista zaragozano manifestó su agradecimiento por volver a exponer en la Aljafería, pues ya lo hizo en el 25 aniversario de las Cortes, "cuando me permitieron conocer los rincones del edificio". Navarro estuvo acompañado por Miguel Navarro, secretario primero de la Mesa de las Cortes, quien aseguró que las fotografías tiene "voz" y gozan de una "sensibilidad apartada de convencionalismos".