Casi 100.000 afiliados menos en 10 años, los mismos que lleva Merkel en la presidencia de la CDU. La noticia caía esta semana como una losa sobre el ánimo de los conservadores, que en los últimos años habían maquillado sus malas cifras comparándolas con las peores del SPD. La fuga de militantes se ha hecho habitual en Alemania. Tanto cristianodemócratas comos socialdemócratas, que en los 90 rondaban el millón de afiliados, cuentan actualmente con poco más de medio millón cada uno.