Atta era un tipo altanero, autoritario, frío, antipático y dominante. Maruan era un hombre callado, disciplinado y en ocasiones sonriente; creo que no sabía dónde se estaba metiendo". Quien así habla es el aviador español Iván Chirivella (Las Palmas, 1976), que instruyó a los terroristas Mohamed Atta y Maruan al Shehi en el manejo de los aviones sin poder sospechar sus planes de atentar contra las Torres Gemelas.

Durante dos meses, este instructor de vuelo de la escuela de pilotos Jones Aviation de Saratosa, en Florida (EEUU), tuvo como alumnos a los dos terroristas y los acabó expulsando del centro porque Atta se enfrentó a la secretaria, Jeniffer, su esposa. Chirivella ha plasmado sus recuerdos en el libro Cómplice inocente (Ediciones MR), presentado ayer en Madrid y escrito en colaboración con la periodista Alicia Mederos.

1.000 DOLARES El piloto cuenta cómo los dos terroristas llegaron a la escuela una soleada mañana de septiembre del 2000. Atta llevó la voz cantante, presentó a Maruan como su primo y puso 1.000 dólares encima de la mesa. "Pagaban por anticipado los vuelos de instrucción: 1.000, 2.000, 4.000 dólares y recibían clases de lunes a viernes".

Chirivella anota otros recuerdos mientras se pregunta cómo pudo compartir tantas horas con dos sujetos de esa naturaleza sin advertir nada. Atta era el cerebro de los atentados, según la CIA y el FBI. "Llegaron, pidieron el mejor instructor. En la escuela éramos dos y al saber que yo era español me eligieron a mí", recuerda Chirivella, antes de añadir que casi nunca hablaban.

Al piloto le extraño el "gran interés" que mostraban en conocer los aspectos técnicos de los Boeing. "No eran preguntas genéricas como las que formulaban otros alumnos, sino muy precisas, técnicas y medidas. También recuerda Chirivella el miedo que sentía el duro Atta cuando realizaban la maniobra llamada de "pérdida" o supresión de potencia del avión. Y cuenta que en una ocasión Atta no le obedeció y él le quitó los mandos, dio la vuelta de regreso a Sarasota, donde se encontraba la escuela y, para romper la tensión, les dijo en broma: "¿Véis ese edificio de ahí? --se trataba del edificio más alto--. Pues como me saquéis de mis casillas, me estrello contra él".

LOS ATENTADOS Y cuenta que la mañana del 11 de septiembre del 2001 se quedó helado. "Una hora después me llamaron de la escuela. Unos señores del FBI estaban mirando los archivos y querían hablar conmigo. Al confirmar que los autores del atentado eran ellos, me entró un gran temblor de piernas". El trato del FBI fue "correcto". Pero después le negaron la residencia a pesar de vivir en EEUU desde los 12 años y de haber sido jugador de tenis y sparring oficial de André Agassi.

De las guerras que siguieron al 11-S opina: "Están cazando moscas a cañonazos; no van a lograr nada".