Los residentes en el Actur tendrán que armarse de paciencia y evitar el uso del coche privado, ya que las obras de la Escuela de Artes obligan a ocupar dos carriles en Gómez de Avellaneda dejando uno para vehículos. Esta situación se prolongará un mes y después se repetirá en María Zambrano otro mes.

La causa de este corte de tráfico, que se suma a los de Ranillas, se debe al avance de las obras de construcción de la escuela. Hay que instalar los servicios de vertido del nuevo edificio y estos trabajos requieren la apertura de una zanja de cinco metros de profundidad junto al edificio y en toda la longitud de la parcela donde se levanta el centro educativo.

Estos cortes viarios en ambas avenidas obligarán a los ciudadanos a realizar un esfuerzo extra a la hora de circular por el Actur, un barrio que ya se ha movilizado en varias ocasiones con motivo de las obras de esta escuela, que ha descuidado la planificación alternativa del tráfico desde el principio.

El primer fallo se produjo nada más comenzar los trabajos de excavación de la parcela, cuando los operarios cortaron las calles transversales que enlazaban las avenidas de Gómez de Avellaneda con María Zambrano obligándoles a dar enormes rodeos con sus vehículos.

Posteriormente, llegó otra parte de la polémica cuando los grupos políticos de la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza impidieron al alcalde Juan Alberto Belloch modificar la calificación de la parcela para ajustarla al proyecto que están ejecutando sus compañeros del Gobierno de Aragón. A esto se suma una denuncia en los tribunales por parte de los vecinos.