Los emprendedores que dirigen los dieciséis locales arrendados que tiene el Ayuntamiento de Zaragoza en las calles Las Armas y San Agustín --ocho en cada una-- han unido fuerzas para solicitar una congelación del precio del alquiler que pagan por ocuparlos. Los motivos que esgrimen se centran en la necesidad de no encarecer el arriendo para sobrellevar las dificultades de la crisis económica. Y la ayuda del consistorio tras cuatro años funcionando y participando activamente de las zonas en las que están ubicados. Su petición es la de mantener el coste actual, con una bonificación del 20% sobre el coste.

La decisión la deberá adoptar el consejo de administración de la sociedad municipal Zaragoza Vivienda, que es quien gestiona estos establecimientos de titularidad pública. A ella se ha remitido la petición, primero desde Las Armas y, la semana pasada, también desde San Agustín. Y el objetivo es detener la progresión de encarecimiento del alquiler que ellos mismos firmaron en el momento de ocuparlos (ambos durante el 2011).

En esos contratos de arriendo, se establecía que los primeros cinco años tendrían bonificación, un 50% en el primero y esta se iría reduciendo en un 10% cada ejercicio. Así, el 20% que disfrutan actualmente, sería del 10% en el 2016 y ya ninguno a partir del 2017. Tras cinco años de descuentos, los arriendos de entre 41,95 y 47,52 euros mensuales que pagaban en los primeros doce meses (a un euro por metro cuadrado), ya están siendo entre 117,46 y 133,06 en la actualidad. De no hacer nada, este se elevará en dos años a entre 188,78 y 213,84 euros al mes en el primer año sin bonificación. Por eso piden la congelación, para sobrevivir.

Sería el segundo gesto que tiene Zaragoza Vivienda, ya que el primero fue perdonar la penalización a la que estaban expuestos aquellos que habiendo disfrutado de bonificaciones, se marcharan antes de tiempo. En ese caso, podía haberles reclamado que las devolvieran. Pero optaron por dejar paso a los que estaban en lista de espera y, eso sí, estos se subrogaran a las mismas condiciones económicas.

HORMIGÓN COLOREADO

Otra de las reivindicaciones de los locales de San Agustín será atendida de forma inminente. Se trata del adoquinado de la calle, muy deteriorado por el paso de vehículos y donde muchas piezas están sueltas o rotas desde hace tiempo. Trasladaron sus quejas al consistorio y desde el área de Urbanismo e Infraestructuras hay un compromiso por "sustituirlo por hormigón coloreado en la próxima primavera". Así lo aseguraron fuentes del área, que explicaron que los técnicos ya trabajan en la solución y que, además, irá acompañada de una mejora en el alumbrado de la calle por otra actuación orientada a la mejora energética del mismo.