El informe sobre el estado de La Romareda, que ZeC impulsó para tener un diagnóstico sobre el campo que explota el Real Zaragoza, reconoce que hay deficiencias que afectan a la seguridad. Un argumento que hace difícil desviar la mirada y exige, como propone CHA, entrar en el debate sobre la remodelación del estadio municipal. Ahora bien, una cosa es la necesidad de actuar y otra, muy distinta, considerar que debe ser el ayuntamiento quién cargue con la reforma. Hay una sociedad que gestiona el espacio y que tiene que participar en cualquier gasto que origine su mantenimiento.