Ignorar lo que Israel, un Estado que presume de ser democrático, está haciendo con los palestinos no me lo permite mi conciencia. Por más que la propaganda sionista funcione bien engrasada, utilizando argumentos como el derecho a la defensa, la opinión pública internacional está viendo cada vez con más claridad que lo que está pasando no es ni más ni menos que un genocidio, para vergüenza de los gobiernos occidentales que están viendo impasibles, mirando para otro lado, cómo el pueblo palestino va sumando centenares de muertos. Les han quitado su tierra, los han metido en un campo de concentración y ahora los bombardean sin respetar escuelas, banderas de la ONU o ninguna otra cuestión, en una sucesión de crímenes de guerra sobre los que Netanyahu tendría que dar cuenta ante los tribunales internacionales. EEUU refuerza su apoyo militar y la UE, en una actitud cobarde con la que traiciona su tradición cultural, se abstiene mirando para otro lado. El gobierno asesino de Israel hace su campaña electoral con la sangre de los palestinos ejecutando un programa perfectamente planificado de ocupación de tierras. Los palestinos les molesta y tal y como hicieron los nazis con ellos se han propuesto su extinción. Cada vez más Gaza se parece al gueto de Varsovia. En la última concentración de apoyo a Palestina había una niña que permaneció todo el rato haciendo la V de la victoria, esa victoria sólo llegará cuando los palestinos tengan su Estado libre de ocupaciones y de todo tipo de talibanes. Profesor de universidad