La presentación, el viernes, de los presupuestos generales del Estado ha relajado algo la inquietud europea por la situación económica española. Ayer se escucharon opiniones de los ministros alemán, francés y sueco apoyando las cuentas públicas de Mariano Rajoy, también aceptadas, con prudencia, por el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, pero la preocupación de las instituciones europeas no ha desaparecido, ni mucho menos.

RETRASOS DEL GOBIERNO

La sensación de que el problema europeo es ahora España está instalada en Bruselas, y a ello han contribuido tanto la eficaz actuación del primer ministro italiano, Mario Monti, que ha sacado a Italia del foco, como los errores y los retrasos del Gobierno del PP, envuelto en la bandera de la ñsoberanía nacionalO y más ocupado en las elecciones andaluzas que en presentar los presupuestos.

De ahí que, después de que el Eurogrupo impusiera una rebaja mayor del déficit (del 5,8% al 5,3%) y de que la Comisión Europea decidiera enviar a España una misión de control, sea ahora el Banco Central Europeo (BCE), por boca del consejero alemán, el que insta a España a una aprobación de los presupuestos del 2012 por vía de urgencia porque, si no, se corre el riesgo de que los drásticos recortes impuestos en los mismos no se apliquen hasta el próximo mes de junio y quede solo medio año para la misión casi imposible de que el déficit pase del 8,5% al 5,3%.

EL DÉFICIT DE LAS AUTONOMÍAS

Estas urgencias chocan con la dinámica parlamentaria, pero es indudable que las recomendaciones del BCE no pueden desoírse, y menos en unos momentos en que la prima de riesgo española vuelve a superar los 360 puntos básicos, bastante por encima de la italiana, y cuando España va a perder a su representante en el comité ejecutivo del banco. El BCE quiere saber también cómo se va a reducir el déficit de las comunidades autónomas, principal componente de la desviación del 2011.

FONDO DE RESCATE

En estas circunstancias, y cumpliendo con las directrices alemanas, el Eurogrupo ha vuelto a dar solo un pequeño paso para reforzar el fondo de rescate, que contará con 200.000 millones de euros más. Pero la cifra de recursos efectivos disponibles queda lejos del billón de euros reclamado por el Fondo Monetario Internacional. Habrá que esperar que no tenga que ser utilizado.