Debería dar igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones. Pero esta frase que en su momento se hizo famosa en la política no la acaban de comprender los alcaldes de muchos municipios afectados por las riadas del Ebro. El viernes, algunos de ellos se quejaban de que pese a estar viendo la maquinaria que arregla los desperfectos de las inundaciones no sabían a qué institución pertenecen. Y tienen derecho a saberlo.