La Junta de Portavoces estaba llamada a ser uno de los órganos del Ayuntamiento de Zaragoza más activos de la legislatura, habida cuenta del Gobierno en minoría de ZeC, pero la herida que abrió el desencuentro por el cambio unilateral del nombre del pabellón Príncipe Felipe la ha dejado tocada. Ayer se puso de manifiesto en una reunión muy rápida, en la que apenas hubo participación de los grupos, sin apenas avances significativos y caras de tensión contenida a la salida.