Mi situación es complicada, porque ningún jugador es feliz cuando no juega", afirmó ayer Carlos Aranda, que hasta el momento solo ha disfrutado de 127 minutos de juego en los cinco partidos de Liga que lleva disputados el Real Zaragoza (ha actuado en todos pero en ninguno como titular), en declaraciones a Aragón Radio. Además, añadió: "La verdad es que soy feliz porque el trato es bueno; la gente es amable; el cuerpo técnico me trata bien y el vestuario es muy bueno, pero personalmente, en lo deportivo, uno quiere más y este año me está costando mucho. No por nada si no porque me encuentro bien y veo que no he entrado".

El delantero andaluz considera que ya podía haber gozado de más oportunidades. "Veo que he tenido momentos para entrar y no lo he hecho. Si no he entrado cuando el equipo ha estado mal cuando esté bien menos lo voy a hacer todavía, pero esto es muy largo. Hay que seguir trabajando y pensar en el grupo y en el equipo, que es lo importante. Y si van las cosas bien que todo siga como va", comentó Aranda.

No obstante, el delantero respeta las decisiones de Manolo Jiménez. "Él confía más en unos jugadores que en otros, porque es su gusto, pero como todos los entrenadores. Ponen un once y un sistema. Yo seguiré trabajando y Dios dirá lo que pasa. Repito que cuando no juego no soy feliz. Estoy contento por lo que rodea el club y lo que rodea todo, porque me han tratado bien, pero no con mi situación deportiva", dijo Carlos Aranda.

CON UN PUNTA Jiménez ha alineado juntos a Hélder Postiga, que es el punta titular, y a Carlos Aranda en los minutos finales de algunos partidos, pero no parece que vaya a jugar con dos delanteros habitualmente. "Yo no le tengo que decir nada al míster. Él hace las cosas a su gusto y hasta ahora le ha ido bien en el Real Zaragoza, por eso hay que respetarlo. Si pone un solo delantero será porque querrá reforzar el centro del campo, pero a mi me gustaría jugar sea con un delantero, con dos, con tres o con cuatro, eso me da igual. Lo que quiero es jugar, porque físicamente estoy mejor que nunca, y si no ya veremos lo que pasa", explicó.

Aranda se encuentra en la recta final de su carrera y quiere disfrutar de sus últimos años de fútbol jugando con cierta asiduidad. "Realmente uno lo que quiere es jugar y yo, con 32 años, ya no estoy para aguantar muchas tonterías. Me quedan tres o cuatro años de rendir a un buen nivel y los quiero aprovechar. Y si no los puedo aprovechar aquí, Dios dirá lo que pasa. Necesito jugar, porque, sinceramente, creo que puedo jugar. aunque quizás sea pronto para hablar de esto", afirmó Carlos Aranda.

El punta andaluz insistió en la idea de que ya ha habido algún partido en el que podía haber tenido cabida en el once inicial. "He tenido un momento para estar en el once, porque de cuatro partidos se habían perdido tres y, si no he entrado, difícilmente lo haré luego. Si va ganando el equipo es más complicado entrar. Por eso mi situación es más difícil de lo que parece, pero uno lo intenta llevar lo mejor posible", dijo Aranda, quien añadió: "El que sea feliz sin jugar es que no le gusta el fútbol".

Carlos Aranda quiere ante todo disfrutar del fútbol. "Cuando no juego no soy feliz y por eso he estado en tantos equipos. En Osasuna, donde jugaba siempre, me sucedió lo contrario que aquí, el día a día me costaba mucho y me costó mucho adaptarme al clima y a otras cosas. Por eso no era feliz. En Osasuna era feliz en los entrenamiento y en los partidos, pero no en la vida. Mientras que aquí no soy feliz en lo deportivo. Por eso si no juegas en un equipo tienes que tomar la decisión de irte y probar en otro sitio, pero ahora queda mucho", matizó Aranda.