Leandro Cabrera admitió ayer las malas sensaciones con las que se marchó el Zaragoza de Anduva después de haberse adelantado en el marcador. "Tenemos todos un poco el mismo sentimiento. Creo que hicimos un buen partido durante mucho tiempo, pero cuando cambiamos el sistema no supimos contener las acometidas del Mirandés. Nos quedamos con ese gusto amargo de tener solo un punto".

Pese al mal tramo final que hizo el equipo, el uruguayo no lo achaca al aspecto físico. "No sé cómo se vio desde fuera, pero físicamente me encontré bien y creo que muchos compañeros nos sentimos igual. Al final nos comieron el centro del campo y fue cuando empezaron a tener más peligro. Hay que seguir ajustando cosas porque la mayor parte del encuentro el equipo se plantó bien, sabiendo recostarse para defender, y el rival no sabía por dónde entrar", dijo Cabrera, que lamentó las ocasiones falladas: "Las oportunidades las tuvimos, pero no estuvimos muy contundentes arriba. Dominamos el juego y tuvimos el control del partido aun sin tener la posesión. Estamos siendo muy inteligentes, pero tenemos errores tácticos y hay que corregirlos. Durante mucho tiempo minizamos su juego, pero al final se tiraron arriba y nos hicieron daño".

La primera idea para olvidar el empate de Miranda pasa por derrotar al Almería. "Hay que darle la importancia justa, pero la realidad es que tuvimos los tres puntos. Hay que hacerse fuertes cuanto antes porque ganar soluciona muchas cosas y hace que todo parezca más lindo. Esperemos que este sábado la gente nos apoye, nosotros vamos a ir a muerte a ganar al Almería", explicó el uruguayo, que bromeó con su tanto: "Ya igualé mi mejor racha goleadora. El año pasado se me resistió".