Ángel Viadero y Asier Garitano han sido los dos últimos entrenadores de Pape Maly Diamanka. El primero lo tuvo en el Sestao River en la 13-14 y el segundo, en el Leganés este curso pasado. Tras un irregular paso por el Rayo y por el Valerenga, cedido por el club vallecano, en las dos últimas temporadas la explosión y el crecimiento de Diamanka han sido continuos y tanto Garitano como Viadero destacan que en el senegalés hay un proyecto de futbolista que va a más y alaban su despliegue físico y su capacidad para abarcar campo.

"Es un futbolista que necesita de la confianza del entrenador, que le dé libertad en el campo. Es bastante completo, porque tiene buena llegada desde atrás. Yo le obligaba a pisar área y ha ido mejorando en esa faceta. Para mí su puesto es de 8, con un jugador que le guarde la espalda para que tenga más libertad de movimientos", asevera Garitano, con el que disputó 28 partidos y anotó 1 gol en las 16 veces que remató a puerta

Para el técnico vasco, que acaba de renovar con el Leganés, en Diamanka hay un jugador que va a más: "Necesita a su lado un mediocentro más de posición, porque a veces la pierde y debe seguir mejorando en esa faceta. Su techo en el fútbol no se sabe, pero lo que ha trabajado en el Leganés le va a ayudar mucho en el Zaragoza", añade el entrenador del cuadro madrileño, para el que el paso por La Romareda debe suponer una prueba de madurez. "Hasta que no llegas a clubs como el Zaragoza no sabes la respuesta que vas a tener. Pape da el salto ahora a un equipo con más presión y a ver si puede dar una buena respuesta".

Carácter ambicioso

Tiene claro Garitano cuál es la consigna en la evolución del centrocampista, porque "lo que ha enseñado en el Leganés en cinco o seis partidos, su reto debe ser mostrarlo en muchos más, en 30, porque condiciones para hacerlo las tiene", sentencia el preparador vasco, que no está de acuerdo en el carácter especial que se le ha atribuido al futbolista: "Es tímido, callado, pero es receptivo a lo que el entrenador le dice. Sabe lo que quiere".

Viadero, que ha dejado el Sestao para comenzar una andadura en el Burgos, hace el mismo análisis del carácter de Diamanka, al que también ve con una mentalidad ambiciosa: "Somos dados a etiquetar por detalles a las personas. A mí me pareció un fenómeno, un tío excepcional, también por su perfil humano. Es trabajador, educado, muy preocupado por los demás y, eso sí, tiene una gran mentalidad ganadora. Es muy competitivo y eso lo demuestra siempre", asegura el entrenador cántabro.

El Sestao apostó por un futbolista que llegaba de jugar muy poco y para un proyecto, en Segunda B, con el objetivo del ascenso, que en la 13-14 el equipo vasco rozó, ya que disputó el playoff como primero de grupo para ser eliminado por el Albacete y por el Nástic. En ese curso, Diamanka jugó 33 partidos y anotó 3 dianas: "En Segunda B la categoría le quedaba muy pequeña. En Segunda lo he visto en algunos partidos y estuvo muy bien. Abarca mucho campo, es un todoterreno y no se adapta a espacios cortos, porque tiene recorrido, llegada y ayuda en defensa. Es un chico con mucho margen de mejora aún, un futbolista muy interesante", explica Viadero, que incide en la experiencia que ya acumula el futbolista con 25 años.

En ese despliegue físico en la medular es donde Viadero atribuye la mejor virtud de Diamanka, porque "a los entrenadores nos dificulta mucho controlar en los equipos rivales a jugadores que son capaces de desordenar tanto. Él llega a muchos espacios con facilidad y es un futbolista imprevisible para los rivales", recalca el entrenador del Burgos, que no cree, como así ve Garitano, que el jugador deba mejorar en el aspecto táctico: "No lo veo especialmente desordenado, pero sí que hay que liberarlo tácticamente para aprovechar ese recorrido que hace. Tiene muy buenas condiciones físicas y técnicas, además de buena llegada", concluye.