La tasa de un euro por receta que entró en vigor el pasado 1 de enero en la Comunidad de Madrid ha recibido en tan solo una semana miles de insumisiones, según el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Alberto García Romero, quien aseguró ayer que se han agotado los formularios oficiales que repartió con este fin la Consejería de Sanidad. El máximo representante de los farmacéuticos madrileños consideró que si la medida sigue en vigor se superarán las 4.500 negativas registradas en Cataluña en un mes.

El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, rebatió el dato y aseguró que "no creo que los insumisos lleguen ni al 1%". Este porcentaje, a su juicio "muy pequeño", supondría que los que se han negado serían en torno a un millar, ya que, según sus cifras, desde la implantación del cobro se han despachado 1,37 millones de recetas sujetas al gravamen de 379.000 pacientes distintos. De paso recordó que la actitud a negarse a pagar la tasa tendrá las "consecuencias propias de quien no paga a Hacienda". "Y tener cuentas con Hacienda no es buena cosa", apostilló en clara alusión a que su administración procederá al embargo de cuentas o bienes para cobrar las cantidades impagadas.