Las emociones que ofrece el Dragon Khan, el vértigo, su lento ascenso y sus vertiginosas bajadas, condensan lo que ha sido la vida del parque temático de Salou que el 1 de mayo de 1995 inauguró el entonces presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol. Tras un inicio incierto, numerosos cambios en el accionariado y momentos de grave crisis, el parque se ha convertido en el resort más importante de Europa y está entre los cinco primeros del mundo. Ha pasado el tiempo y el Dragon Khan se ha quedado a la sombra de Shambhala, la montaña rusa más alta del continente con sus ¡76 metros de altura!, pero el espíritu continúa vigente. El vértigo no ha parado.

El aniversario oficial se remonta a aquel 1 de mayo de hace 20 años en el que Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, se aferraron a los soportes de seguridad de los primeros asientos del Dragon Khan. La fiesta de cumpleaños, sin embargo, está en marcha desde la apertura de puertas de la temporada, ayer. Los responsables no solo se han propuesto superar los casi cuatro millones de visitantes del año anterior, también han fijado el 7 de mayo para empezar las obras de Ferrariland, el nuevo proyecto estrella en el que invertirán 100 millones de euros.

Para conmemorar su primeros 20 años, PortAventura estrena esta temporada 16 producciones, entre espectáculos y shows itinerantes. También ofrecerá seis Noches Blancas (con un horario ampliado hasta las cuatro de la madrugada), dos Oktoberfest, dos Noches Negras en Halloween y una Noche de Navidad. En la atracción Sea Odyssey proyectará además la película Ice Age 4D.

Ahora que el parque se preparar para vivir a lo grande su efeméride, muy borrosos parecen quedar en el tiempo los primeros pasos del macroproyecto. La Generalitat, con la ayuda del capital privado, se encargó de promover el proyecto de PortAventura como solución para regenerar la economía catalana, crear puestos de trabajo y dar a conocer Cataluña en el mundo. En 1989, mientras Walt Disney se decidía por París para hacer su parque, la norteamericana Anhauser Busch optó por explotar el proyecto catalán.

Se habían propuesto ponerlo en marcha en 1992, pero las incertidumbres no habían hecho más que comenzar. En 1990, Javier de la Rosa se hizo con el 80% de la promotora, pero la estrella del empresario catalán se apagó y en 1994 entraron en el accionariado la británica Pearson (40%) y La Caixa (30%), mientras que Busch mantenía el 20% que tenía.

BAILE DE ACCIONES El parque abrió sus puertas con varios problemas por resolver. Las acciones continuaron cambiando de manos y el parque incluso mudó de nombre con la entrada en 1998 de Universal Studios, que compró el 37% de las acciones. La Caixa aumentó su porcentaje hasta el 43%, pero la situación volvió a dar un giro en el 2004 con la marcha de Universal y la mayor implicación de La Caixa, hasta ser la propietaria absoluta.

La llegada de Investindustrial en diciembre del año 2009 alivió las preocupaciones de la caja de ahorros catalana, que cedió el 50% de las acciones al fondo de inversiones de la familia Bonomi. El parque ya convertido en resort empezó a tomar un nuevo impulso. El nuevo socio se hizo con el 100% del capital (2012) y dos años más tarde vendió el 49,9% a la firma de capital riesgo KKR. En apenas tres años, Investindustrial invirtió 380 millones de euros: 200 en la compra y 180 en nuevas atracciones y hoteles.

Cuando en el año 1995 se inauguró el parque, la inversión fue de unos 290 millones de euros (48.000 millones de pesetas de entonces). En el acumulado de estos 20 años se calcula

que han empleado más de 1.000 millones de euros, que han dado como resultado un complejo de ocio familiar que incluye un parque temático, otro acuático, cuatro hoteles de cuatro estrellas y uno de cinco (abrirá el 2 abril), un centro de convenciones, tres campos de golf y un exclusivo club en la playa. Todo ello en un espacio de más de 800 hectáreas de terreno que no están totalmente ocupadas.

CUATRO MILLONES DE VISITAS De los casi cuatro millones de visitantes que recibió en el año 2014, el 64% procedía de España y el 36% de otros países, la mayoría de estos de Francia (16%), Rusia (10%) y Reino Unido (6%). En total, calculan que el parque ha tenido más de 60 millones de visitantes en estas dos décadas. "La evolución más destacable de estos 20 años ha sido la transformación de parque temático a resort de vacaciones", asegura Sergio Feder, presidente del comité ejecutivo de PortAventura.

Con un total de seis áreas temáticas, 47 restaurantes y 51 tiendas, PortAventura es un minimundo durante los 259 días al año que está abierto. En el departamento de objetos perdidos se puede encontrar de todo. Los teléfonos móviles abundan, pero también hay ropa interior y hasta el velo de una monja.

El negocio se ha convertido en uno de los motores económicos de la Costa Dorada, uno de los principales destinos vacacionales de los aragoneses. En temporada alta ofrece 3.000 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos, con lo que es la primera empresa de la provincia de Tarragona en oferta de puestos de trabajo. No es un dato desdeñable en un territorio con tres centrales nucleares y el mayor polígono petroquímico del sur de Europa.

Las pretensiones para el futuro inmediato tampoco ofrecen dudas. Los promotores del complejo prevén compensar la previsible debacle del turismo ruso esta temporada con el aumento del español y del francés. El mes que viene se inaugurará el Hotel Mansión de Lucy, el primero de cinco estrellas que tiene el resort. La inversión hotelera de este año asciende a 10 millones de euros y también incluye 78 nuevas habitaciones de lujo en el Hotel Gold River.

SOLO EN ABU DABI La presencia del prestigioso Cirque du Soleil, que esta temporada presentará un espectáculo llamado Amalaluna del 3 de julio al 23 de agosto, es otro de los ganchos de PortAventura, pero Ferrariland es el proyecto inmediato más ambicioso y llamativo. Todavía no se sabe si será gestionado desde dentro o desde fuera del parque, pero esperan que esté construido a finales del 2016 o principios del 2017. "Será un gran reclamo para atraer a nuevos clientes, sobre todo internacionales", afirma Luis Hérault, nuevo director general de Port Aventura.

Ferrariland será el segundo parque temático del mundo dedicado a la legendaria firma italiana de automovilismo --ya tiene un en Abu Dabi-- y sus promotores auguran que contará con un hotel de cinco estrellas con 250 habitaciones, restaurantes, tiendas, simuladores de coches de carreras o el acelerador vertical más alto y rápido de Europa.