Ni se hundió el bipartidismo ni el bloque de izquierda sumó lo que se esperaba. Aragón repitió ayer los resultados, en escaños, de las elecciones generales del 20 de diciembre del año pasado, pero con un dato significativo: el PP (en coalición con el PAR) y el PSOE aumentaron su porcentaje de votos, más de cuatro puntos los primeros (casi cinco en la provincia de Teruel) y más de uno los segundos, con un mayor tirón en la circunscripción de Zaragoza (pasa de 22,28% a un 24,45%). Ciudadanos aguantó bien en esta provincia sin notar en exceso en toda la comunidad (baja un punto) el descenso que sí se produce a nivel nacional, mientras que la suma de Podemos e IU no fue tal tampoco en Aragón, que prácticamente repite los resultados de diciembre cuando la formación que en Aragón lidera Pablo Echenique fue en solitario.

PP-PAR logra de nuevo seis diputados, manteniendo los tres en Zaragoza y los dos de Teruel (en ambas provincias temían perder uno) y repiten el de Huesca. El PSOE sigue con los cuatro que ostenta desde el 2011, dos por Zaragoza y uno por cada una de las otras dos circunscripciones. Y los partidos emergentes se siguen repartiendo tres diputados: dos Unidos Podemos (UP), en Huesca y Zaragoza, y uno Ciudadanos, también en esta provincia.

LA DERECHA SE HACE FUERTE El bloque PP-PAR se hace más fuerte en la comunidad tras estas elecciones sacando once puntos porcentuales de diferencia a los socialistas, cuando en el 2015 no llegaba ni a los ocho puntos. El partido de Rudi recupera, seguramente, parte de los votos que el 20-D le quitó Ciudadanos, además de agrupar a otros votantes dispersos hace seis meses que en esta ocasión han apostado por los conservadores arrastrados por el miedo a la izquierda y por el revés del brexit.

Javier Lambán ha conseguido situar a su partido en el espectro de las agrupaciones nacionales socialistas que han tirado hacia arriba, frente a otras como la andaluza que han perdido terreno. Y, además, ampliar su distancia con Podemos y consolidarse como principal fuerza de la izquierda en Aragón. El tirón de la provincia de Zaragoza es más llamativo, especialmente en la capital, donde recupera buena parte del terreno que le quitó Podemos antes incluso del 20-D, en las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Probablemente, la lista socialista de Susana Sumelzo ha aglutinado buena parte de los votos de Chunta Aragonesista (socios en el Gobierno de Aragón) que este año no concurría a las urnas y que en diciembre acudió con IU.

LOS EMERGENTES UP no ha cubierto expectativas. Una vez más, el segundo puesto de la lista de Zaragoza se queda en puertas, pero por muchos votos. Rosa María Artal se ha quedado a más de 15.600 votos de salir elegida diputada, y es que la unión de la izquierda no ha sido capaz de sumar lo obtenido el año pasado. Podemos logró entonces un 18,60% y la coalición IU-CHA, un 6,16%. Ayer, UP solo sumó un 19,68%. Y eso que en la provincia de Teruel el bloque de Pablo Iglesias se quedó a unos 3.000 votos de obtener un diputado.

Ciudadanos ha perdido un poco de apoyo en Aragón, prácticamente un punto porcentual menos en cada una de las tres provincias, pero mantiene el tirón que logró el pasado diciembre. Rodrigo Gómez revalida su escaño por Zaragoza, tal y como se preveía, y no ha sufrido tanto como en otras comunidades autónomas. Lo que sí ha quedado lejos ha sido el escaño de Teruel, que en algunas encuestas se vaticinaba a su favor. Allí han perdido más de un punto y es la provincia aragonesa que más claramente se ha decantado hacia el bando de los conservadores populares.