Con diez meses de retraso y tras un rosario de aplazamientos desde la fecha inicialmente prevista --finales del 2002--, la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Lérida empezará a funcionar el 11 de octubre, en plenas fiestas del Pilar. Pero lo hará a medio gas. Los primeros pasajeros, según las previsiones anunciadas ayer por responsables del Ministerio de Fomento, irán a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora (175 km/h de media), pagarán 43 euros y tardarán, en el mejor de los casos, una hora y 45 minutos. Los usuarios tendrán a su disposición 14 trenes diarios por sentido.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, precisó que el tren de alta velocidad deberá emplear en su primera singladura el sistema de comunicación y seguridad convencional ASFA, lo que limita la velocidad. La innovadora tecnología europea que permitirá alcanzar los 350 kilómetros por hora (sistema ERTMS) deberá esperar hasta mediados del año próximo como mínimo.

SIN COBERTURA PARA MOVILES A las limitaciones iniciales también se unirá la imposibilidad de hablar por teléfono móvil, por la falta de acuerdo entre las operadoras. "Mientras se desarrolla la infraestructura precisa, esperamos establecer un sistema mediante tarjetas para que los pasajeros puedan hablar a bordo del tren desde cabinas", lamentó Ramón Escribano, presidente del Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF).

Para los trayectos entre Madrid y Zaragoza se emplearán los trenes actuales que tiene Renfe en explotación en la línea de alta velocidad entre Madrid y Sevilla (el AVE fabricado por Alstom) y los Talgo que cubren el trayecto Madrid-Barcelona. Estos últimos circularán hasta Lérida por la nueva línea y, tras intercambiar el ancho de sus ejes, continuarán el recorrido hasta la capital catalana por la red convencional.

También se desconoce la frecuencia de los trenes en esta etapa de funcionamiento a medio gas, aunque la compañía Renfe ya hizo oficial un primer programa de horarios el pasado mes de enero. "La precisaremos la próxima semana", anunció ayer el presidente de la empresa, Miguel Corsini.

El máximo responsable de la sociedad estatal del AVE aseguró que se han subsanado todos los fallos y problemas de seguridad del trazado. "La comisión encargada de hacer las correcciones en la señalización de las infraestructuras nos ha entregado un informe positivo", subrayó.

Blanco y Corsini dieron por hecho que se harán viajes promocionales en los días anteriores a la puesta en marcha del tren, como ya se hizo en el fallido preestreno del pasado mes de febrero. Pero eludieron pronunciarse sobre la posible inauguración oficial, al día siguiente, en la histórica fecha del 12 de octubre, fiesta de Aragón y Día de la Hispanidad. Echaron balones fuera: "Esa decisión y su protocolo lo decidirá el Gobierno", concluyeron.