Ya es un hecho: la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad tiene seis años de respiro para tratar de devolver los 400 millones de deuda a los bancos. Las entidades y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ya han llegado a un principio de acuerdo para refinanciarla a seis años, sin más exigencia que pagarla. Aunque sí se ha introducido un importante condicionante en el acuerdo, ya que las nueve entidades se han asegurado una garantía de cobrar al menos 130 millones de euros en el 2019, que sería lo que la sociedad debería desembolsar en el caso de no vender ni un solo metro cuadrado de suelo. Mientras, todo lo que consiga ingresar irá a parar a esas nueve entidades para amortizar la deuda.

No hay interés en quedarse los suelos del Portillo ni impulsar una recalificación a residencial que permita amortizar rápidamente crédito. Aunque es evidente que son los terrenos que más apetecibles pueden resultar en un mercado inmobiliario muy mermado. Y de cara al plan de negocio que está obligado a poner en marcha, quizá sea una de sus piezas clave.

PLAN DE NEGOCIO Ahora toca impulsar ese plan de negocio, en el que caben múltiples variables para sacar fondos de esos terrenos que se han devaluado de forma considerable en los últimos cinco años. Nadie quiere hablar de una cifra concreta sobre el valor actual de los mismos pero se han hecho varias tasaciones y el resultado no es nada positivo de cara a amortizar esa deuda con los bancos. Aunque fuentes de la sociedad consultadas por este diario aseguran que todavía supera el importe adeudado a las nueve entidades de crédito, unos 400 millones de euros.

Entre estas opciones llegó a planear la idea de la recalificación de los suelos del Portillo, a la que el ayuntamiento ya ha dicho abiertamente que no al Ministerio de Fomento. Su opinión importa, porque aparte de tener el 25% del accionariado sería la vía más habitual de impulsar este cambio de planeamiento, pero existen otras, ya que tanto el Gobierno central como la DGA pueden llevarlo a cabo declarando el interés supramunicipal del mismo. Otra cosa es justificarlo.

El plan de negocio también incluirá un abaratamiento de los costes para hacer más apetecibles los suelos, además de promover unidades más pequeñas y cambios en el uso previsto para algunos de ellos. Todas las posibilidades cuentan para empezar a enajenar suelo en ZAV. Mientras, proyectos como el túnel carretero de la A-68 o la finalización de la Ronda Sur ferroviaria quedará aparcado hasta que se devuelva el último euro a los bancos.