Una de las consecuencias negativas que puede tener para la ciudad el acuerdo alcanzado por Adif con los bancos y el agresivo plan de negocio que le obliga a poner en marcha este compromiso es el impacto que puede acabar teniendo en el futuro desarrollo del barrio de Arcosur. En un momento en el que la venta de suelo es muy complicada y la construcción de vivienda se ralentiza mucho, Zaragoza prevé poner en el mercado en los próximos seis años una importante superficie de terreno en la ciudad consolidada, muy cerca del centro, con unas infraestructuras inmejorables y a unos precios muy inferiores a los que se estimaron inicialmente. Resulta complicado creer que los promotores quieran apostar por Arcosur.