Un toro negro se escapaba todos los días de la manada hasta una zona arbolada, a finales del siglo XII. Con las patas, según cuenta la leyenda, se dedicaba a escarbar un hoyo. El pastor que estaba a cargo de los animales no le daba demasiada importancia a su conducta, que se repitió durante muchas jornadas, hasta que en el agujero apareció una virgen negra, posiblemente enterrada en tiempos de dominación árabe. En ese punto, gracias a la paciencia del animal, se edificó una pequeña ermita en la que se veneró la imagen. El templo acabó siendo el monasterio de Santa María de Sijena.

La constante labor de las autoridades aragonesas y el propio consistorio está a punto de recuperar 97 piezas del tesoro sigenense vendidas de forma irregular en los años 80 y actualmente en manos de los museos de Lérida y Barcelona. Por el momento, una antigua sala de habitaciones para las religiosas ya aguarda climatizada el regreso de las obras: telas, trozos de retablos, libros, documentación y una caja fuerte de hierro, entre otras.

La conservadora del Museo de Huesca, Ana Arnillas, explicó ayer que el espacio se ha habilitado teniendo en cuenta las medidas usuales de seguridad y temperatura. Rondará los 20 grados con una humedad entre el 40 y el 55%.

El Gobierno de Aragón ha invertido 100.000 euros en el acondicionamiento de estos dormitorios que, según indican, están en perfecto estado desde septiembre del 2015. Los trabajos han consistido en la adecuación del espacio, el aislamiento, la iluminación, la climatización, el pavimento y el tratamiento de control de humedad. También se han instalado los armarios, planeros y peines necesarios para albergar las piezas.

El principal temor tras la llegada de los bienes será el comprobar su estado de conservación. Solo siete de ellas están expuestas en la actualidad y el resto han sufrido numerosos traslados en los últimos años. El departamento ha diseñado un protocolo de recepción en el que también se buscará garantizar que las piezas entregadas son las correctas. La restauración de las obras que lo necesiten tendría lugar en el museo de Huesca.

Tras este periodo se trabajará en la futura exposición permanente. "El plan de musealización y visitas está previsto, pero no resuelto", destacó ayer el director general de Patrimonio, Nacho Escuín. La intención del Gobierno de Aragón es garantizar el acceso con unos horarios amplios, conscientes del "interés popular" que despierta el proceso.

La fiesta grande de Villanueva de Sigena tradicionalmente se celebraba el 25 de julio, día de Santiago. La efeméride, que en algunas casas aún se recuerda, pudo haber coincidido ayer con el esperado regreso del tesoro del monasterio, pero todos se quedaron con las ganas. "El día alegre será cuando recibamos las piezas", expresó el alcalde, Alfonso Salillas. Esta situación obliga a mantener la paciencia, algo que está en el origen del cenobio.