La sala 1 del cementerio zaragozano de Torrero se quedó ayer pequeña en el último adiós a Enrique Comín y Alberto Martínez, los dos ciclistas que el pasado domingo fallecieron tras ser embestidos por un conductor en la N-330, en Botorrita. En un ceremonia íntima, ambos, apasionados de las dos ruedas, fueron recordados momentos antes del entierro y de la incineración, que fue el modo elegido por sus familiares. El día anterior, las visitas al tanatorio también fueron múltiples, entre las que destacaron la del presidente de Stop Accidentes, Miguel Ángel Bernal.