Hoy en día, cualquier persona que se deja la tarjeta ciudadana olvidada en casa, difícilmente regresa a por ella. Si se deja el móvil, lo más probable es que sí lo haga. Este es el razonamiento con el que los expertos en nuevas tecnologías explican el auge de la utilización del teléfono móvil como forma de pago en el acceso a los servicios públicos. Una modalidad que en Zaragoza solo llega a la zona azul y al taxi, pero en los que, en pocos años, están teniendo unos resultados espectaculares. Hoy, por ejemplo, una de cada tres personas que aparca en una zona de estacionamiento regulado lo hace con la aplicación Apparca. Hoy, los 50 taxis que empezaron con la prueba piloto para poder cobrar el trayecto con el teléfono ya se han convertido en 400, se han multiplicado por ocho.

Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías son casi infinitas. La utilidad en los casos prácticos en los que se ha implantado, evidente. Por ejemplo en la zona azul, con solo un click en el teléfono el usuario aparca y desaparca, gasta solo lo que necesita y el riesgo de ser multado es mínimo a la hora de renovar el tíquet. Como no hace falta dejar justificante en la guantera, desde cualquier punto de la ciudad se puede hacer, solo controlando la hora y, con el teléfono, sin la necesidad siquiera de buscar un parquímetro próximo. Eso explica por qué ahora más de 51.000 personas usan el móvil para pagarla, o que en solo un año el porcentaje casi se haya duplicado, pasando del 18% al 30%.

MÁS FACILIDAD, MÁS USO

Las facilidades que ofrece al usuario de no tener que llevar dinero en metálico para pagar los servicios no solo aumenta la comodidad sino también, al parecer, el uso. Otras ciudades, como Valencia, ya exploran la utilización del móvil como forma de pago para el transporte público, el autobús o el tranvía, algo que en el caso de la capital aragonesa queda un poco lejos. Aunque en otros medios ya esté dando un resultado revelador desde hace tiempo.

En el taxi, hace solo unos años se decidió implantar la posibilidad de cobrar al usuario con el teléfono utilizado como datáfono a bordo del vehículo, así como la posibilidad de pagar con tarjeta sin necesidad de llevar dinero en el bolsillo. Una decisión que llevó este modelo a 50 vehículos. Hoy la cifra se ha multiplicado por ocho y superan los 400.

Más seguridad, aseguran los técnicos municipales, para el usuario y para el conductor. Y más posibilidades de captar clientes, especialmente durante los fines de semana. Aunque, sea cual sea el motivo, esta modalidad de pago promete ir extendiéndose a toda la flota en poco tiempo.

El móvil como herramienta de consumo en los servicios públicos de Zaragoza tiene una potencialidad que en los próximos dos años aún podría ir mucho más lejos en cuanto al aprovechamiento. Sobre todo cuando llegue de la mano de la tarjeta ciudadana, que según explicaron desde el departamento de Ciencia y Tecnología, en breve comenzará las pruebas para que esta pueda implantarse en el teléfono. Una opción que permitirá abaratar el coste para el ciudadano, aumentar la capacidad de expedir nuevas unidades, limitada a solo 200.000 en el formato actual, y también la eficiencia en el consumo.

El contrato para la puesta en marcha de los nuevos dispositivos se firmó el pasado mes de junio y fijaba un plazo de seis meses para iniciar las pruebas técnicas. Lo que más urge comprobar es la fiabilidad, aportar seguridad a un usuario que podrá utilizar el teléfono en el futuro para todos los servicios disponibles al alcance de la tarjeta ciudadana. En todos en los que los dispositivos de lectura aporten esas garantías de que no provocará errores en el pago.

«La usabilidad es la clave, no solo que sea posible», afirman los técnicos municipales, quienes destacan que hasta la implantación generalizada «el consistorio deberá hacer un esfuerzo para que los ciudadanos aprendan cómo funciona, que el público lo conozca». Eso es más importante que ponerlo en marcha, aunque cuando eso pasa, la realidad es que «el número de usos aumenta».

«Donde se puede usar una tarjeta se puede usar el móvil». Así lo aseguran los expertos, quienes garantizan que esta nueva modalidad de pago se pueden trasladar a otros dispositivos, como las tabletas. Las posibilidades serán las que ambicione Zaragoza.