POR

ADRIANA OLIVEROS

Lo más popular del consistorio se reunió ayer en la boda del concejal de Juventud, Jorge Azcón, y su novia, Ana Blasco, en la iglesia de Cogullada, en Zaragoza. Fue una boda sencilla, sin excesivo despliegue de invitados y con amplia presencia del PP. Pedro Jato, su esposa y el pequeño Pedro Miguel, que asistió al evento desde la comodidad del vientre de su madre, fueron los más madrugadores, junto a la edil Pilar Serrano. Después, Alejandro de la Mata, Javier Muñoz, Octavio López, María Jesús Martínez del Campo y el entrante concejal de Medio Ambiente José Luis Calvo (antes segundo de a bordo de Azcón en la junta de Delicias). No estuvo el alcalde, retenido en Rusia en pleno proceso de adopción, pero sí su hermano, el parlamentario Vicente Atarés, con el candidato Gustavo Alcalde y Francisco Gracia Paracuellos. Rezagados, el alcalde en funciones, Antonio Suárez, y Rafael Gómez Pastrana. No estaban todos, pero sí muchos, incluyendo al teniente de alcalde Ricardo Mur, que integró el grupo de amigos más que el de consistoriales, con su mujer María del Mar Sánchez. Y empresarios, como el peletero Gabriel Morales, invitado de la novia y futurible consuegro , por el noviazgo que une a su hijo con otra Blasco. Pero, sobre todo, el evento abundó en amigos del colegio, teresianos de pro, como José Luis Artero, David Lezcano, Carlos Gutiérrez, Carlos Calatayud... Llegó la novia, guapísima, con un sencillo vestido de Caprile y mantilla. Azcón la esperaba en el altar con su madre, también muy elegante y vestida en color vino. Comenzó la ceremonia. Sí, se casaron. Y la celebración fue en el Cachirulo, sin lupas ni luperíos. ¿Hasta qué hora duró la fiesta? Hoy se sabrá.