El abogado de la defensa explicó al jurado que la esquizofrenia paranoide "es un mal que rompe la mente y la anula". No tiene cura definitiva, pero una persona pude desarrollar una vida normal si se somete al tratamiento adecuado. El juicio que comenzó ayer en la Audiencia de Zaragoza alcanzará el próximo viernes, con la pericial psiquiátrica, su punto culminante. Los médicos se pronunciarán sobre la mejor solución para el acusado, para quien el fiscal pide 15 años de internamiento en un psiquiátrico. La defensa estima que no mejorará en un centro cerrado, por lo que siga como el último año con asistencia médica diaria y con la atención constante de sus familiares.