El consejero de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz, aseguró ayer que los problemas de altas del hospital Clínico de Zaragoza "se han solucionado", ya que ayer se dieron 110, después de que el pasado fin de semana no hubiera tras haber sido fiesta el sábado, día 1 de noviembre.

El consejero añadió que la asistencia en el Clínico "no está bloqueada", sino que el centro "está a su máximo rendimiento", después de que el sindicato CCOO Aragón denunciara que 12 pacientes pasaran la noche del 3 al 4 de noviembre en los pasillos.

Al respecto, comentó que un síntoma de que el centro funciona bien es que el martes "tuvo lugar un trasplante hepático" en el hospital, "que es lo que más trabajo nos da".

Asimismo, Larraz recordó que estas fechas "son las más productivas del hospital y en las que tiene lugar una mayor producción quirúrgica", así como en la que se producen mayores picos de ocupación de camas por patologías no graves.

Por su parte, la directora del hospital Clínico, Pilar Astier, reconoció que desde este fin de semana "hay una asistencia de pacientes al Servicio de Urgencia por encima de la tendencia habitual, con 90 pacientes diarios".

De éstos, añadió Astier, entre 38 y 40 requieren ingreso, algo que ha influido en el retraso de su traslado a la planta asignada, respecto a lo que comentó que el centro "no puede prever la llegada de pacientes al hospital".

Por ello, la directora comentó que si bien habitualmente el servicio de Urgencias atiende rápidamente a los pacientes, estos días hay una demora que llega hasta las tres horas respecto a la atención habitual, aunque añadió que "la asistencia se está dando igual".