Los afectados de fibromialgia pueden ahora reducir la sensación de dolor corporal difuso y mejorar en general su calidad de vida gracias a la actividad física. Una investigación pionera desarrollada en la Universidad de Zaragoza sobre 70 pacientes ha demostrado la influencia positiva del deporte controlado para los afectados por una enfermedad para la que todavía no existe curación, a pesar de las molestias que ocasiona, así como la inquietud a la que están sometidos por ser complicado su diagnóstico.

La influencia que tiene la actividad física sobre la liberación de endorfinas y sobre la regulación de la serotonina --neurotransmisor que regula el dolor-- forma parte del origen de estas mejoras, tal como se desprende de las conclusiones alcanzadas por el equipo que dirige Alejandro Legaz Arrese, doctor en Ciencias de la Actividad Física y Enrique Serrano Ostáriz, doctor en Medicina y Cirugía, ambos profesores de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza.

La fibromialgia es un síndrome de etiología desconocida, que se caracteriza por dolor musculoesquelético difuso, crónico y benigno, y que se acompaña habitualmente de insomnio, cansancio generalizado, rigidez matutina, sensibilidad al frío, pérdida de memoria y concentración, problemas de piel, colón irritable, ansiedad y depresión. Aunque minoritaria, es una patología que afecta al 2,37% de la población mayor de 20 años, es decir, a unos 700.000 españoles, con una mayor incidencia entre las mujeres.

La mejora de la sintomatología de la fibromialgia con la actividad física ha sido analizada por el equipo de investigación de Zaragoza, que ha trabajado con 70 enfermos que se sometieron a un programa de 16 semanas, entre los que destacaba gimnasia acuática en piscinas climatizadas. El estudio ha demostrado que se ha logrado mejorar su calidad de vida, con una reducción de la sensación del dolor en un 58%, y con un evidente mejora en la función física, vital, social, emocional y salud mental así como en la calidad del sueño.

El dolor de la fibromialgia se puede describir por quien lo padece como quemazón, molestia o desazón. A veces pueden presentarse espasmos musculares. Con frecuencia los síntomas varían en relación con la hora del día, el nivel de actividad, los cambios climáticos, la falta de sueño o el estrés. Además del dolor, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada sobre todo al levantarse por las mañanas y sensación de hinchazón mal delimitada en manos y pies.

El futuro respecto del tratamiento de esta enfermedad es esperanzador, ya que las investigaciones sobre fibromialgia están progresando con rapidez. Son especialmente relevantes los avances en el conocimiento de los mecanismos físicos y químicos que se producen en el cuerpo en respuesta a estímulos externos, como el estrés.