BOTELLONES Y SUCIEDAD. Soy una vecina de la calle zaragozana de Luis del Valle, y quisiera mostrar mi indignación ante el tema de los botellones. Cuando llegan los fines de semana varias pandillas de jóvenes se reúnen para celebrar el típico botellón y dejan la calle llena de los restos de la fiesta y allí permanece hasta que los servicios de limpieza aparecen para realizar su trabajo, por lo que la mayoría de los días la imagen que ofrece esta calle es la de suciedad y abandono, lo que no es del agrado de ninguno de los vecinos que allí vivimos. No nos gusta que nuestra calle sea conocida por la dejadez a la que es sometida por los servicios municipales. Además, la Policía tendría que actuar para evitar estos botellones, ya que según tengo ententido están prohibidos, pero siguen celebrándose con total impunidad. Por otra parte, en esta calle hay varios bares de música heavy, y aunque no soy nadie para criticar los gustos musicales ni la forma de vestir de la gente, la estética de la clientela de estos bares me asusta. Y cuando vuelvo a mi casa por la noche, no estoy tranquila. Gente con el pelo largo, ropa negra, y cadenas y piercings por todo el cuerpo, y borrachos pues me imponen cierto respeto. ISABEL LARRAYA. ZARAGOZA

HACER DEPORTE ES CARO. Mucho se queja la sociedad de que la juventud está todo el día perdiendo el tiempo, tirados en el sofá viendo la tele o jugando a la play station, o en los bares tomando cañas. Yo haría más deporte, pero para los chavales jóvenes que no están en ningún club resulta complicado. Primero porque es complicado encontrar instalaciones disponibles. Y por otro porque con la paga que tiene un joven de mi edad, 16 años, no se las puede costear. Jugar una hora en una pista pública casi por 6 euros, o alquilar una hora de media pista de pabellón, más de 30, pues se escapa de mis posibilidades. Otra opción que miré fue la de apuntarme a un gimnasio, pero en todos los que pregunté me pedían entre 40 y 50 euros mensuales. Así que viendo esto, pues prefiero seguir en casa, viendo Gran Hermano y jugando a la play.

JESUS ZORRILLA. ZARAGOZA