El fiscal de la Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza mantuvo ayer que Adán D. M., un skinhead de 20 años acusado de tentativa de homicidio, "actuó con ánimo de matar" cuando, en la noche del 21 de diciembre del 2001, golpeó en la cabeza con un palo a José O. H., un vecino de Cuarte de Huerva que "se tropezó" con una pelea entre bandas juveniles al ir a sacar dinero a un cajero permanente.

El golpe, propinado con una bate de béisbol o la pata de una mesa, "fue de una extrema violencia y hundió el hueso frontal del cráneo de la víctima", que se debatió varios días entre la vida y la muerte, según declararon los médicos forenses que comparecieron ayer en la segunda y última sesión de la vista oral.

El ministerio público acusó a otros siete skins de ser los cómplices de Adán y dijo que "todos ellos iban armados con palos u ocultaban sus rostros con bragas militares".

Cristina Ruiz Galbe, abogada defensora de Adán, alegó que su cliente se había desplazado a Cuarte de Huerva, junto con otros trece jóvenes, para "rescatar" a la novia de un amigo que había sido "retenida" por una banda rival. La letrada subrayó que el acusado "no pretendía matar" y que, tras dar el golpe en la cabeza, no se ensañó con el herido, quien previamente "había recriminado" al grupo de skins .

Ruiz Galbe solicitó para el acusado una pena de 2 años por un delito de lesiones con instrumento peligroso y solicitó que se le aplique la atenuante de enajenación mental, dado que Adán D. M. presenta una personalidad sociopática que se agrava por el consumo intensivo y seguido de drogas y alcohol, según manifestaron los médicos forenses. El resto de las defensas solicitó la absolución de los jóvenes acusados de complicidad por considerar que no habían intervenido directamente en los hechos objeto del juicio.

SUPUESTO SECUESTRO A lo largo de la vista oral, no quedó plenamente acreditado que otro de los acusados, Tomás J. S. M. hubiera dado patadas en la cabeza de la víctima cuando yacía en el suelo. Unos testigos aseguraron haberlo visto agrediendo a la víctima y otros señalaron que no tuvo una participación destacada en el ataque.

La causa de la agresión, que se produjo junto al pub La Báskula, tampoco fue aclarada. "El detonante --señaló un agente de la Guardia Civil que intervino tras el suceso-- pudo ser que la víctima se metiera con ellos o que fueran los jóvenes quienes se metieran con él".

El propio José O. H. declaró ante el tribunal que se acercó a los skins "por curiosidad, porque armaban un gran escándalo", pero precisó que no los insultó y que se limitó a "decirles que se fueran".

En realidad, según coincidieron todas las partes, José O. H. fue agredido por el simple hecho de que "pasaba por ahí" en un momento en que dos bandas urbanas, una de skins y otra de punkis discutían por el supuesto secuestro de una joven de Cuarte llamada Mari Carmen T.

Esta, según declararon los acusados, los llamó por su teléfono móvil cuando ellos se encontraban "tomando unas copas" en el bar El Nido del Cuco, en la calle Lausana de Zaragoza. La joven, que era novia de un miembro de la pandilla, "dijo que la habían cogido unos punkis y que le había pegado", declaró Adán D. M.

Enseguida, un grupo de catorce personas, entre chicos y chicas, montaron en tres coches para ir a Cuarte de Huerva en ayuda de su amiga.