Las informaciones que se están dando carecen de toda objetividad y pueden ser incluso interesadas", según aseguró ayer la letrada Carmen Hernández, integrante del equipo interdisciplinar contratado por los vecinos de la "casa azul" para aclarar las causas del desastre que les ha obligado a abandonar sus viviendas. Para Ignacio Bueno, ingeniero técnico de este equipo, los informes que se han realizado hasta la fecha no constituyen más que una hipótesis de trabajo, "ya que si a estas alturas se conocieran las causas de la sima estaríamos ante un fenómeno inusual de inteligencia".

"A menos --añadió-- que alguien tenga rayos X en los ojos es imposible obtener conclusiones en tres días. Es necesario realizar muchos sondeos y análisis con calicatas, penetómetros...", explicó.

Para el ingeniero Ignacio Bueno, hasta el momento se ha hecho un buen trabajo para consolidar la cimentación del edificio y la estructura. Sin embargo, advirtió que no se han realizado estudios de las causas, que no comenzarán hasta que se recupere la estabilidad del inmueble.

En cuanto a sus primeras valoraciones, Bueno emplazó a los interesados para dentro de un mes, "porque cualquier adelanto sería una opinión más propia de una barra de bar que de un diagnostico técnico".

"A nadie convenció que la única causa del desastre sea la mala calidad del subsuelo de la zona --agregó--, pues debería afectar por igual a todos los edificios bilbilitanos", de modo que las inspecciones irán dirigidas a descubrir el hecho diferencial de este caso.

Los encargados del apartado judicial insistieron en que se están realizando "afirmaciones gratuitas y alegres" al aventurar una "causa natural" como la responsable del desastre, ya que probablemente hayan coincidido varias causas. Para Carmen Hernández es imprescindible velar por el aspecto humano y para ello se ha comenzado a trabajar en la constitución de una asociación de damnificados que cuenta ya con unos estatutos redactados.

En cuanto al estado actual del inmueble, los técnicos coincidieron en utilizar la metáfora de "un paciente controlado que pronto estará fuera de peligro".

Otra cosa será lo que sus propietarios decidan hacer después de recuperar los objetos que permanecen en sus viviendas y quede resuelta la causa que produjo la aparición de la sima.