El ánimo de los vecinos de la casa azul comienza a debilitarse 21 días después de que tuvieran que desalojar apresuradamente sus viviendas. Según informó el presidente de la comunidad, Juan José Langa, los vecinos se impacientan al ver que las cosas no van con la agilidad que se esperaba. Mañana los vecinos celebrarán una asamblea con sus técnicos para conocer los pormenores de la situación.