Exhotelero

Cierran la puerta después de 43 años y siete meses en que ha estado abierto el Fujiyama en la avenida San José, 137. Ahora derriban el edificio y sus dueños aprovechan para retirarse. Ha sido la sede de La Peña de San José e incluso llegaron a hacer bailes allí los alumnos del colegio de Profesores Mercantiles, y entonces a Luisa Fernanda Rudi le tocó hacer de taquillera.

--Saben que mucha gente conocía el Fujiyama por estar la sede de la Peña San José.

--Es cierto. En la Romareda cuando se anunciaba el próximo viaje de la peña San José se decía que el autobús saldría del Fujiyama.

--¿Cómo le pusieron un nombre japonés?

--Porque el cristalero nos hizo una vitrina para el piso superior y grabó el volcán Fujiyama. Y como no teníamos nombre para el bar, le pusimos ése. El bar nació como sede de la Unión Deportiva Amistad. Y fíjate, un día recibimos dos libros de la embajada de Japón en Madrid que nos explicaban todo lo posible sobre el Fujiyama. Tuvimos que dejar de grabar la vajilla con el volcán porque la gente se la llevaba de recuerdo.

--¿Y ahora dónde se esperará el autobús de la peña?

--Muy cerquica. En el bar Aurelio, de Ventura Rodríguez. Hace dos años, en el último año de Rojo, en el partido de Valencia nuestros clientes estaban viendo tres partidos a la vez: el Zaragoza en Valencia, el Depor en casa y el Madrid. Claro, hemos sido sede de la peña y yo he sido y soy presidente y vocal de la federación de Peñas.

--¿No han pensado hacer un libro de recuerdo con la historia del restaurante?

--Ha habido de todo para poner anécdotas. Una boda que acordamos por la noche y se nos presentan al mediodía. Y les dimos de comer y no se enteraron. Una carta que vino simplemente con Fujiyama y Zaragoza y llegó. Hasta hemos hecho una misa baturra en la terraza...

--¿El bar ha sido un poco el centro de San José barrio?

--Sí, sí. El bar ha sido a menudo centro donde han intervenido los políticos en el periodo de las elecciones, como cuando habló Miguel Merino. Y los socialistas de la época de Triviño también celebraron una reunión internacional socialista en el bar.

--¿Y ahora qué van a hacer ustedes sin chafardear?

--Llevamos siete días de descanso y ya lo echamos de menos. Por la noche me despierto y no me puedo dormir. Hemos puesto una pizarrica en la puerta, donde explicamos a los clientes los motivos y hay mujeres que se han echado a llorar...

--¿Les gusta ir de bares?

--Nos gustan los bares pero no hemos tenido tiempo. Yo no puedo ir mucho porque no bebo...