La Guardia Civil investiga el accidente mortal de Candanchú

La Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar la causa del accidente que el pasado sábado provocó la muerte de una esquiadora, que perdió la vida al soltarse de un telearrastre y caer por un terraplén en la estación de esquí de Candanchú.

Ana Isabel Gea, de 39 años y residente en Vitoria, se golpeó en la cabeza y el tórax contra unas piedras y falleció cuando era trasladada, en estado de extrema gravedad, al hospital de San Jorge, en Huesca. El accidente ocurrió en una pista para expertos en la que había capas de nieve helada, circunstancia que era difundida por la megafonía de las instalaciones. La pista permaneció abierta a lo largo de la jornada de ayer.

"Fue un caso de auténtica mala suerte", comentó ayer Eduardo Roldán, director de la estación de esquí. "La esquiadora se deslizó por la pendiente, que era muy pronunciada, con la cabeza hacia abajo, rebotó en el esquiador que iba detrás en el telearrastre y fue a parar a una zona donde no había nieve y chocó con unas piedras".

Entre las hipótesis que se manejan sobre lo que pudo suceder, Roldán citó que la esquiadora "pudo sufrir un desvanecimiento, tener un descuido o, incluso, soltarse de la pértiga del telearrastre sin querer".

HOSPITAL DE JACA Todos estos puntos figuran en el atestado abierto por la Guardia Civil, precisó el responsable de la instalación invernal, en la que otra persona falleció durante la pasada temporada de esquí.

Roldán subrayó que la estación hizo saber por distintos medios que la pista, situada junto al telearrastre de Los Navarros, era para deportista experimentados, dada la existencia de hielo en su superficie, así como su gran desnivel.

"La megafonía --dijo-- difundía el mensaje continuamente, hay además un cartel que lo advierte y el empleado del remonte no paraba de recordárselo a los esquiadores".

El marido de la esquiadora manifestó que su esposa era una "experta esquiadora" y que portaba casco. Ana Isabel Gea fue trasladada ayer a Vitoria para la inhumación de sus restos, una vez realizada la autopsia en el hospital de Jaca, que determinó que la causa de la muerte era un politraumatismo que había afectado a partes vitales.

En algunos casos de accidentes en estaciones de esquí los familiares de las víctimas presentan demandas civiles en el supuesto de que se detecte un mal funcionamiento en los servicios.

El accidente provocó una gran conmoción en Candanchú, donde inicialmente se pensó que los equipos médicos podrían salvar la vida de la infortunada esquiadora. Sin embargo, la mujer falleció en Sabiñánigo, donde tomó tierra el helicóptero de rescate para atender a la herida.