Francisco O., víctima del brutal ataque del skin head, manifestó ante el tribunal que cuando David Pérez se le acercó en la calle y, sin venir a cuento, le pidió que le regalara el walkman pensó que "era una broma". A continuación, el acusado le dio un puñetazo en la cara al que Francisco O. respondió con otro golpe. Pero la patada que recibió en los genitales le hizo caer al suelo entre gritos de dolor.