"Los vecinos del Carmel de Barcelona no saben lo que ha pasado con sus casas, nosotros sí, y aún así, no conseguimos nada". Así de tajantes se muestran las 24 familias que habitan en las Viviendas de Protección Oficial Cumbres del Moncayo, fase III y IV de Tarazona y que, como explican, ven como cada día aparece una nueva grieta en sus viviendas.

Los vecinos de la fase III, dieciocho casas, entraron a habitar sus viviendas entre junio y diciembre del 2001. Un año más tarde lo hacían sus vecinos de la fase IV, seis viviendas unifamiliares adosadas con las que se completaba la ejecución. Como comentan, desde el primer día, las construcciones presentaban fisuras que, con el tiempo, se fueron haciendo más grandes. Ahora, la casa más afectada, el número cuatro de la calle Peñas Meleras, tiene grietas en la pared del salón en las que cabe un mechero y por las que se puede ver la cocina. Eso no es todo. Todas las habitaciones, incluidas las de los niños de 10 y 2 años, tienen grietas, las puertas ya no encajan y no cierran, y las baldosas de los baños y la cocina se ahuecan y se saltan.

Esa situación les ha llevado en nueve ocasiones a los tribunales, con sendos contenciosos contra la gestora Gestión 11, la constructora Iberarguin así como el arquitecto Emilio Pardo y el aparejador Carlos Sanz. El problema está, como comentan, en el suelo sobre el que se ubican las viviendas. Así lo explica el portavoz de la agrupación Adavi, Asociación para la Defensa en la Adquisición de la Vivienda, creada por los vecinos. "Hay un informe geotécnico, encargado por el aparejador y director de la obra, anterior al inicio de la ejecución en la que se dan las características del suelo y en la que se habla de que le asentamiento se encuentra entre 3,5 y cuatro metros; sin embargo las viviendas se construyeron sobre una cimentación de entre 60 y 70 centímetros: sabían cómo era el suelo, y aún así, lo construyeron mal, sale muy caro una cimentación de hormigón de más centímetros" apunta.

Así, y como asegura, "el documento dice que el suelo está formado por arcilla sobre cantos de arena y grava y una anterior de conglomerado; estamos sobre arcilla y cuando llueve, sobre barro. Cuando llueve, algunos vecinos ven cómo las grietas se agrandan y oyen ruidos en la estructura". Según apuntan, sólo algunas viviendas, las que cuentan con sótano, parecen llegar a ese nivel de asentamiento del suelo. Sin embargo, y como afirman, esas construcciones son las que

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