Las 21 familias de víctimas del accidente aéreo del Yak-42 que exhumaron los cadáveres mal reconocidos por el equipo de médicos españoles ya tienen a sus parientes correctamente identificados en sus localidades de origen. Sin embargo, algunos afectados se muestran muy molestos por el "abandono" de otros asuntos relacionados con las condecoraciones que debían recibir los 62 militares fallecidos. En concreto, las familias denuncian que aún no se les haya hecho entrega de los distintivos amarillos que suelen concederse a los soldados tras su participación en las misiones internacionales y que, sin embargo, ya aparecieron publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 18 de julio del 2003. Además, reivindican que "se hagan realidad" los ascensos honoríficos prometidos por el anterior equipo del Ministerio de Defensa --dirigido por Federico Trillo-- y cuyos trámites ya se habían iniciado tras el trágico siniestro aéreo, ocurrido en Trabzon (Turquía) el 26 de mayo del 2003. "Ni siquiera les reconocen tras su muerte lo que se ganaron en vida. Todo esto es penoso y frustrante", criticaron varios afectados con los que contactó este periódico.