Una banda de delincuentes robó en la madrugada de ayer la caja fuerte de una sucursal bancaria en la localidad turolense de Peñarroya de Tastavins. Los ladrones debieron de utilizar una carretilla para trasladar la caja, que mide un metro de alto por medio de ancho.

El robo fue descubierto por la Guardia Civil a las tres de la madrugada. Los delincuentes habían utilizado un soplete para quemar la cerradura de la puerta de la entidad, tras desactivar el sistema de alarma cortando los cables telefónicos. Además, también se llevaron la videocámara de seguridad para evitar su identificación.

El modus operandi es similar al utilizado por bandas criminales del Este, especialmente de rumanos y kosovares, cuyos miembros proceden de unidades militares y que aplican los conocimientos adquiridos en el Ejército para planear sus operaciones. El pasado año fue desarticulada una de estas bandas que operaba, como en esta ocasión, en pueblos de varias provincias, incluidas Teruel y Zaragoza.