Vive con sus padres, estudia o tiene un primer empleo precario. Le gusta salir con sus amigos, ver la televisión y valora por encima de todo a su familia, el sexo y el dinero. Es individualista, no se involucra en asociaciones altruistas y, aunque su tendencia es de centro-izquierda, pasa de la política y la religión, los dos asuntos que menos le interesan.

Ese es el perfil de los jóvenes de Zaragoza de entre 15 y 29 años según un informe sociológico elaborado por tres expertos de la Escuela Universitaria de Estudios Sociales a petición del Servicio de Juventud del ayuntamiento. Un estudio que fue presentado ayer por su director, Angel Sanz, y por la teniente de alcalde de Juventud, Mar Herrero. El texto servirá de base en la elaboración del III Plan Joven de la ciudad.

Para redactar las conclusiones, que aún se encuentran en su fase preliminar, se realizaron 1.804 entrevistas, que arrojaron unos aciagos datos en materia de empleo y vivienda, los principales problemas para los encuestados --con un 44,2% y un 37,3% respectivamente--.

El estudio refleja la figura de un joven con pocas inquietudes culturales en su tiempo libre. Salir con los amigos, escuchar música y ver la televisión son las prácticas más habituales, mientras que la asistencia a conferencias, al teatro o a los museos se sitúa a la cola. Un dato significativo al que se añade la "escasa" participación en asociaciones.

"Esta es una de los cuestiones más preocupantes. El asociacionismo es un valor que no está en auge", apuntó Herrero. Por el momento, el consistorio ha rehusado valorar a fondo el informe, que se debatirá a lo largo de las jornadas técnicas Discursos y debates para un nuevo Plan Joven , que comienzan hoy.

VIVIENDA Y EMPLEO El informe revela que más del 70% de los primeros trabajos es temporal y el 10%, economía sumergida. Sólo un 14% ha logrado un contrato indefinido al iniciarse en la vida laboral.

Pero el dato que induce en mayor medida a la reflexión es que más del 60% de los empleos está "poco o nada" relacionado con los estudios cursados. Un hecho especialmente grave si se tiene en cuenta que tres de cada cuatro entrevistados tienen expectativas de llegar a la universidad y que la cifra de desempleo se multiplica por cuatro respecto a la tasa normal para situarse en el 17,4%. Ese podría ser el motivo por el que tres de cada diez jóvenes que ha terminado su proceso de formación no volvería a estudiar.

La precariedad laboral genera grandes dificultades para emanciparse. Según Sanz, dos de cada tres entrevistados --el 68,5%-- viven con sus padres, la mitad "porque aún se considera muy joven" y el 40% "porque las circunstancias no se lo permiten". Y sólo el 5,9% decide independizarse con su pareja o cónyuge.

Pero a pesar de que hacer frente a los gastos de una vivienda constituye un lastre, sólo el 3,8% de los jóvenes de la capital aragonesa utiliza los servicios municipales de hipoteca joven, bolsa de vivienda joven y subvención de alquiler.

Sin embargo, los entrevistados sí saben muy bien qué orienta sus vidas: la familia, el sexo, el dinero y la educación. La religión y la política les motivan muy poco.