El sindicato STEA pidió ayer en la sede del Justicia la intervención de esta institución en el enfrentamiento que mantiene con la DGA para que ésta elabore una normativa que dote a los centros escolares de la autonomía necesaria para decidir la implantación de la jornada continua, una medida polémica que cuenta con el apoyo de los sindicatos y con el rechazo de los padres.

Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Aragón (STEA) ha presentado al Justiciazgo un informe en el que asegura que diez comunidades autónomas ya cuentan con este desarrollo normativo, lo que supone el 65% del alumnado español de Infantil y Primaria. Esto no significa que este porcentaje de estudiantes disponga de una jornada continua de mañanas, sino que los centros tienen la posibilidad de decidirlo. En la mayor parte de los casos es necesario el visto bueno de los consejos escolares de los colegios, de los claustros de profesores y de las asociaciones de padres.

ENFRENTAMIENTO En Aragón, cuando se ha debatido esta cuestión, los sindicatos docentes siempre han mantenido que un horario continuo favorecía el aprendizaje de los alumnos, mientras que los padres han contratacado con estudios sobre el cansancio que este horario produce en los niños, lo que merma su rendimiento. En la actualidad, la jornada continua es de unos dos meses, a principios de curso y al final.