La Plata

Es vicepresidente del Centro Aragonés de La Plata (Argentina), en donde se reúnen 150 socios, aragoneses o hijos de ellos. Estos días están en Zaragoza disputando una serie de partidos de fútbol, con el equipo juvenil del Centro.

--¿Traen algún crack?

--No. Crack es muy fuerte, así que sólo tenemos buenos jugadores...

--¿Imaginan que un hijo de aragoneses jugara en el Zaragoza?

--Claro, el sábado jugaron contra Deportivo Ebro y estuvieron viendo ojeadores, entre ellos alguno del Zaragoza. A simple vista pueden parecer interesantes, pero de ahí a que fichen... Para el Centro sería una gran alegría que el Zaragoza tomasea algún chico.

--Cuánto hacía que no visitaba Zaragoza?

--Vine en el 2001 por primera vez y ésta es la segunda. No había venido nunca desde el año 50. Mi padre falleció en el 2000, tengo una tía en Ejea y me agarró una urgencia para conocer mis raíces.

--¿Y qué le pareció todo esto?

--Me parece, no el primer mundo, sino otro mundo. Completamente distinto en todo. Si estás en Avenida de Mayo estás en Madrid, pero si sales al interior, es otra cosa.

--¿Cómo lo pasan los aragoneses de allá?

--Los de allá suelen estar bien, porque todo emigrante europeo cuando había que trabajar trabajaron. Tienen su poder. Los primeros aragoneses que fueron por 1920 fueron a trabajar al campo y compraron terrenos. Mi abuelo fue con sus hermanas a La Plata; él se volvió y dejó a las hermanas. Hijos de ellas han llegado a altos cargos políticos.

--Creo que en el centro realizan varias actividades para los chicos.

--Sí, ahora estamos con la rondalla; formando un cuerpo de baile; vamos a hacer algo de informática; incluso les damos clases de gaita. Tenemos una emisora de radio y una revista anual. Hemos comprado un equipo de sonido para la sede. Queremos hacer un coro, también. Ya ves, muchas actividades...

--¿Hay unas ayudas para unos aragoneses necesitados?

--Sí, tenemos una colaboración del Gobierno de Aragón, que posibilita ayudar a dos aragoneses que tenían urgencia económica; es una pensión anual. Hay unas becas para los descendientes aragoneses, para un curso de postgrado de cuatro meses; ya vino una chica con el curso completo. Todos los hijos de aragoneses comen todos los días...

--¿Estos chicos sienten su tierra?

--Son argentinos, pero gracias a nuestro esfuerzo, conocen algo de Aragón, desde los libros que tenemos a la música. No nos importa que estos chicos vengan acá, pero que sepan adonde van. Por eso nos esforzamos en darles una pequeña formación sobre nuestra tierra.