La normalidad retornó parcialmente ayer a la Audiencia de Zaragoza tras la alteración provocada por el robo de los equipos informáticos de varias salas. Por primera vez, un vigilante privado custodió por la noche las dependencias más expuestas a los delincuentes, en la parte posterior del inmueble.

Los ocho equipos informáticos sustraídos en los dos robos sucesivos registrados esta semana fueron reemplazados por ordenadores y torres de tecnología más obsoleta, pero que cubrirá las carencias mientras se arbitren presupuestos para su adquisición.

No obstante, este material todavía no llegó a conectarse ayer y los funcionarios, muchos de los cuales llevaban dos días sin poder trabajar, se dedicaron a otras tareas de tramitación de documentos.

Tal como señaló este periódico, la vigilancia nocturna de la sede se realizará, inicialmente, con carácter temporal hasta que se coloque un sistema de videovigilancia.

En medios jurídicos se señaló que no se incluía esta instalación en los presupuestos ordinarios, por lo que se arbitrará una partida extraordinaria. Sin embargo, se ignora si se acometerá de forma inmediata, como han exigido los responsables judiciales, o se esperará a hacerlo cuando se complete el traspaso de competencias el próximo 1 de enero. En este caso, tampoco se sabe si correrá a cargo del presupuesto del Estado o del de la DGA.

La vigilancia privada nocturna del interior del edificio se completó en el exterior, tras intensificarse el paso de patrullas de vigilancia de la Policía.

La Jefatura Superior ha abierto una investigación para identificar y detener a los autores de los robos, ya que se estima que fueron más de uno por el volumen de carga de los aparatos sustraídos. Fuentes próximas a la investigación ya informaron de la la Policía Científica no encontró huellas al inspeccionar las secciones desvalijadas, por lo que se cree que los ladrones actuaron provistos de guantes.