El hospital Clínico de Zaragoza celebró el pasado domingo el décimo cumpleaños del primer trasplante de hígado que se realizó en Aragón. Pero el 14 de diciembre de 1998 no fue solo una fecha importante para el primer trasplantado de Aragón, Luis Marco, sino que fue el punto de partida de un ambicioso programa de trasplantes gracias al cual se han injertado ya 324 hígados y del que se han beneficiado 286 pacientes. Una cuarta parte de ellos solo tuvo que esperar una semana para obtener un nuevo hígado y es que Aragón se ha mostrado tradicionalmente solidaria en cuanto a las donaciones de órganos.

Precisamente, el Clínico celebró ayer un acto en el que se rindió homenaje a los trasplantados, pero sobre todo a aquellas personas que, gracias a su aportación, hicieron posible que otros vivieran. "Si experiencias como esta son posibles son gracias a la generosidad de las personas que donan los órganos", apuntó ayer Víctor Calleja, gerente del sector Zaragoza III al que pertenece el Clínico. También Luis Miguel Barrachina, presidente de la Asociación Trasplantados Hepáticos de Aragón, se refirió a estos donantes anónimos. "Nuestra principal misión es promover la donación de órganos", indicó. Y el coordinador autonómico de trasplantes, José Ignacio Sánchez Miret, recordó que gracias a las donaciones realizadas por aragoneses se han

Por su parte, el profesor Ricardo Lozano, director del programa de trasplante hepático del Clínico, recordó el reto que supuso para este hospital iniciar el citado plan, ya que en ese momento 16 hospitales españoles lo estaban llevando a cabo con un "nivel envidiable".

"Ha sido el mayor desafío que he tenido en mi carrera profesional. En cirugía es la operación más complicada y arriesgada que se puede hacer y, de hecho, pone en movimiento a un centenar de personas. Se da al enfermo una esperanza de vida que, en muchos casos, es indefinida", añadió Lozano.

DIFICULTADES INICIALES El director gerente del Salud, Juan Carlos Bastarós, también recordó las dificultades que hubo para que la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) aprobará la puesta en marcha del programa, ya que solo entre 2 y 3 pacientes aragoneses al año recibían un injerto de hígado en Madrid y Barcelona. Sin embargo, para su autorización fue clave el elevado número de donaciones de órganos que se registraban en Aragón (31,5 por millón de habitantes en 1998 hasta llegar a casi 40 por millón en la actualidad).

Desde 1998 se han efectuado en el Clínico 324 trasplantes de hígado a 286 pacientes (el 75%), ya que se han dado dos casos que han recibido cuatro injertos. Actualmente, están en lista de espera ocho personas. Y las cifras del trasplante hepático en la comunidad mejoran considerablemente la media española. Así, en Aragón los pacientes esperaron un injerto durante 92 días en el 2007, mientras que en España la cifra de demora ascendió a 124.