Zaragoza no puede permitirse que dos de sus nuevos iconos, la Torre del agua y el pabellón puente, no aparezcan iluminados por la noche en época estival. Cuando la ciudad pretende atraer a los turistas y se les ofertan recorridos por las riberas, resulta incomprensible que la pregunta más habitual sea cuándo se encenderán las luces. Lo peor, para los más críticos con esta actitud, que es responsabilidad de la CAI en el caso de la Torre y de Expo Zaragoza Empresarial en el puente de Zaha Hadid, es que en la capital aragonesa tampoco nadie (ni las instituciones ni la caja) pone fecha al final de este apagón.

"Las críticas vienen de la gente de fuera en las visitas nocturnas, porque vienen a ver estos edificios y estando así da la sensación de estar todo descuidado. La imagen que se está trasladando no es buena y no estaría de más que antes de que acabara el verano se recuperara su iluminación, aunque sea mínima", argumentó el presidente de la Federación de Barrios de Zaragoza, Miguel Ángel Mallén. Más cuando su construcción costó 110 millones de euros.

"Deberían estar visibles, son ya iconos de Zaragoza", añadió Mallén, quien advirtió de que "esta semana pediremos al ayuntamiento que inste a la CAI a iluminar la Torre, para que se vea como para la Expo, a kilómetros de distancia". Una iluminación premiada este año por la Asociación Internacional de Diseñadores de Iluminación (IALD) y de la que no se puede disfrutar desde marzo, cuando se cedió a la CAI. Las críticas, además, se extienden al arco del puente del Tercer Milenio, en penumbra desde hace meses.