Se acabó la libre entrada y las puertas permanentemente abiertas en el cementerio de Torrero. Desde ayer el camposanto zaragozano cuenta con una nueva medida de seguridad, muy sencilla pero que no se había aplicado hasta ahora en el recinto; poner un horario de apertura y cierre.

De esta manera, todo aquel que quiera o necesite acudir al espacio situado en el barrio zaragozano de Torrero lo tendrá que hacer en horario de 6.30 horas hasta las 23.00 horas en lo que respecta a la puerta principal situada en la calle Fray Julián Garcés. Las entradas secundarias de la avenida América, 94, cerrarán a las 21.00 horas. Asimismo, los horarios se ampliarán en fechas puntuales como el día de Todos los Santos o los días del padre y de la madre. Esta acción se integra en el conjunto de mejoras en materia de seguridad que se están implantando, gracias a la Ordenanza Municipal de Cementerios que se aprobó en mayo de 2010 y que contemplaba el establecimiento de un horario en el recinto, y el cierre de las puertas para evitar que la gente entre por la noche. Manolo Gracia, gerente de la concesionaria que explota el complejo, se muestra satisfecho tras lograr evitar que "los coches se cuelen durante la madrugada y se solucionan los problemas del fin de semana".

Las nuevas medidas de seguridad han devuelto a la palestra la cuestión sobre la protección del camposanto. "Se ha cerrado la instalación por las noches de cara a la demanda para que mejorase la vigilancia del entorno", indica Laureano Garín, concejal de Cementerios. A pesar de que "los robos y actos vandálicos son casos muy puntuales", según explica Garín, es muy difícil regular estas acciones "porque no se denuncian o bien se dejan pasar", indica el concejal, quien recalca que llevan desde febrero sin sufrir ningún tipo de hurto o acción violenta. El primer paso para extremar las medidas de seguridad ha sido cerrar las puertas, pero también se ha procedido a adecuar el sistema de vigilancia interna "con las ocho torres de control y las cámaras de seguridad que los teníamos pero no se utilizaban", refleja el concejal.

Respecto a los mendigos que pasaban las noches en algún mausoleo del cementerio, Garín recuerda que es una única persona la que estaba durmiendo y pernoctando en el recinto, pero "al ser una propiedad particular el ayuntamiento no podía actuar". Para solucionar estos problemas, se pidió hace un año un informe de patrimonio histórico para la conservación de los panteones más importantes en ese sentido porque "ahora existe un vacío de poder y necesitamos que cambie la legislación", esclarece el concejal.