Zaragoza decidirá en noviembre qué proyectos de la candidatura para ser Capital Europea de la Cultura del 2016 siguen vivos. Se decidirá acudiendo a un nuevo proceso de participación en el que tendrán cabida los agentes culturales y sociales de la ciudad, además de colectivos vecinales, en el seno de una "mesa de la cultura", con varias jornadas de debate, que se desarrollarán durante los próximos cuatro meses. La revitalización del Casco Histórico, la reutilización de edificios en desuso o infrautilizados o la puesta en marcha de programas culturales serán un núcleo central.

Así lo aseguró el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, quien hizo especial hincapié en la necesidad de recuperar esos espacios ahora abandonados, como el proyecto que se pensó para acondicionar el antiguo cuartel de Pontoneros como residencia universitaria y de espacios comunitarios o la antigua fábrica de Giesa como centro de creación artística y formación multidisciplinar (en la denominada Fábrica de Ideas o La Factoría).

MÁS MODESTOS En este sentido, admitió que la dificultad ahora es la de "tener que realizar actuaciones de bajo coste y con la colaboración privada", además de ser "más modestos" en cuanto a las pretensiones. Porque no hacer el evento y tener menor proyección hace que el interés empresarial sea otro y, en varios casos, se tardará más tiempo en realizarlos.

Blasco también abogó por avanzar en una gestión más eficiente. En el ámbito municipal, con una reducción de sociedades y patronatos (hay cuatro). "Sería bueno unificarlos y mejorar su capacidad de movilización", comentó. Y también por potenciar la entrada de la iniciativa privada en espacios de nueva creación que fomente la producción propia, como los que se han creado en el centro de Las Armas, donde "cuatro empresas con experiencia han presentado oferta".

Blasco estuvo acmpañado por el presidente del distrito del Casco Histórico, José Manuel Alonso, quien recordó que el PICH acaba en el 2012 y "hay que empezar a trabajar ya en un nuevo documento que recoja las pautas para los próximos años", y que debería ir en consonancia con los proyectos del 2016 para el sector.

Pero el principal problema ahora es que solo se puede hablar de una mera declaración de intenciones, una tormenta de ideas más difícil de materializar cuando los patrocinadores no garantizan la misma inversión sin evento y las instituciones no han garantizado su compromiso. Y será difícil en noviembre. Pero Blasco dijo que se verá "cuando decidamos qué queremos hacer", que serán objetivos "razonables", pero también admitió que "no es lo mismo por la repercusión y las desgravaciones fiscales".

Para dar vida a los edificios vacíos hace falta dinero y eso es lo que no hay. En la Harinera de San José, la cifra "no bajará de los 800.000 euros" y el Museo del Fuego, más de 300.000. Son dos ejemplos de edificios rehabilitados con inversiones millonarias y ahora en desuso o infrautilizados. Los proyectos del 2016 podrían volver a darles vida, pero la iniciativa privada será fundamental. De hecho, se está contactando con empresas para financiar la apertura del Museo del Fuego.

Mientras, el PP, a través del concejal Julio Calvo, acusó ayer al alcalde, Juan Alberto Belloch, de "querer dinamitar" el consenso político en torno al proyecto cultural de 2016, al presentar el plan de reconversión de la candidatura sin consultar con el principal partido de la oposición.