Los técnicos de Movilidad han encontrado en las nuevas tecnologías un gran aliado a la hora de regular la circulación en la segunda fase de las obras del tranvía. El programa Zaragoza Tráfico que se instaló a principios de año en la capital aragonesa ha supuesto una ayuda clave para adaptar con más precisión la regulación semafórica. Los dispositivos bluetooth implantados en los semáforos posibilitan ajustar al milímetro los tiempos y de este modo, minimizar el impacto de las obras en la circulación en los puntos calientes.

Durante la primera fase del proyecto del tranvía, carecían de esta herramienta, que reconocen que ha facilitado su trabajo a la hora de llevar a cabo los planes de tráfico en esta ocasión. "Lo más importante en esta labor en la información de la que disponemos, y esta la conseguimos gracias a esta herramienta", asegura Roberto Pellejero, jefe de sección del Centro de Gestión de Tráfico.

En este punto trabajan cada día trece técnicos desde las 7.15 y hasta las 22.00 horas que, gracias a las sesenta cámaras ubicadas en diversos puntos de la ciudad, se convierten en los ojos de las calles zaragozanas. Un gran mapa con luces de distintos colores indica las vías por las que se puede circular y aquellas que están cortadas. Desde hace tres días una gran línea roja señala el trazado que dentro de un año y medio realizarán los Urbos 3.

Otro de los factores importantes a la hora de afrontar una obra de este tipo es la experiencia, tanto la extraída de los trabajos de la construcción del tranvía en la Gran Vía, como de los 23 años que la mayoría de los técnicos llevan controlando las calles zaragozanas. "Cada corte es distinto de otro, y lo más importante es conocer el terreno sobre el que trabajas", indica Pellejero.

Los empleados del Centro de Gestión han trabajado sin prisa pero sin pausa en la preparación de este plan de tráfico especial, que se divide en cuatro fases, según las franjas horarias.Pellejero, como ajeno a la envergadura de estos trabajos, explica que "los hemos afrontado como otra obra más, trabajando en cada tramo y estudiando las diferentes soluciones".

MEDIDAS Todas las medidas adoptadas desde que las máquinas empezaron a trabajar han sido muy "medidas y estudiadas" y Pellejero puntualiza que los ajustes que se hagan a partir de ahora deben estar "sobradamente justificados y por unas conductas que se repitan normalmente". "No puedes volver loco al conductor con desvíos nuevos cada día", apunta Roberto Pellejero.

Los técnicos tratan de ajustar al milímetro los semáforos, pero advierten de que no pueden "hacer magia" y ampliar el tamaño de las calles. Por ello, desde el Centro de Gestión confían en el buen sentido de los conductores para que sigan utilizando vías alternativas para evitar el colapso del primer día.

No obstante advierten de que aún hay que esperar cuatro días para que la situación se estabilice y para aplicar medidas alternativas para regular el tráfico rodado. Pellejero considera que Zaragoza estaba preparada para afrontar una obra de este calado porque existen suficientes rutas alternativas para evitar los colapsos aunque espera que los conductores "no se confíen después de unos días". Eso sí, no se atreve a hacer predicciones de lo que sucederá en septiembre.