Las playas interiores aragonesas han recibido este año una calificación desigual. La calidad de las aguas para el baño en los ríos y pantanos controlados por Salud, aun siendo globalmente alta, ha descendido ligeramente en determinados puntos, mientras que en Yesa queda prohibido expresamente el zambullido durante este verano. Así consta en el informe anual de la Agencia Europea del Medio Ambiente, el cual destaca la calificación de excelente obtenida por cinco de las doce zonas inspeccionadas: los pantanos de Búbal, Lanuza, Costa y Valbona, y el río Alcanadre.

Al igual que en el verano anterior, han sido doce las banderas azules propuestas por Aragón --y en origen por los ayuntamientos-- a la UE, de las que solo Yesa ha sido desestimada. En cuanto a la causa, todo apunta a que se trata más de una cuestión ligada con las obras que se están llevando a cabo en el lugar que con la propia salubridad de las aguas.

LA CALIFICACIÓN Las zonas catalogadas este verano son las mismas que en el 2010. En la provincia de Huesca, destacan los niveles sanitarios máximos conseguidos por el embalse de Búbal, en Biescas; el de Joaquín Costa, en La Puebla de Castro; en el de Lanuza, en Sallent de Gállego; y en el río Alcanadre, en Bierge. Mientras que han logrado un bueno o suficiente las playas de Boltaña, en el río Ara; el río Subordán, en el valle de Hecho; y la de Puértolas, en el río Vellos.

En la provincia de Zaragoza, además del cierre de Yesa, ha obtenido un bueno o suficiente el río Arba de Luesia, en Luesia. Y en la provincia de Teruel, aparte del excelente del embalse de Valbona, en la playa del mismo municipio, los otros dos puntos han descendido en su calificación: el del pantano de Arquillo de San Blas y el río Matarraña, en Beceite han bajado a un bueno o suficiente.

Como cada año, Ecologistas en Acción recuerda que son muchos más los puntos a los que los aragoneses acuden los veranos a refrescarse. Un listado que calculan en alrededor de 85 en todo Aragón. "Existen zonas con características idóneas que las convierten en habituales para el baño, pero, lamentablemente, no son controladas desde el punto de vista sanitario. En cuanto al resto, en lugar de intentar mejorar la calidad, Salud tan solo realiza un seguimiento del estado", lamenta Paco Iturbe, miembro de dicha asociación.

Salud Pública analiza todos los veranos, cada quince días, las aguas de aquellos rincones que proponen los ayuntamientos para declararlos aptos o no para el baño y prevenir así posibles infecciones.

Tal y como marcan las directivas europeas, los inspectores deben controlar diferentes parámetros y recoger muestras sobre el color y olor del agua; la contaminación fecal, la de aceites, detergentes salmonella o los niveles de Ph. También su transparencia.